Bajo el mismo comparativo, tres estados más: Guanajuato, Tabasco y Ciudad de México mantuvieron estos niveles de afectación al mismo porcentaje que cuando entraron al gobierno. En tanto, Jalisco y Yucatán subieron este porcentaje de 58.1% a 62.9%, y de 32.1% a 43.7%, respectivamente.
La deuda en relación a esos recursos (participaciones) indica el margen que tienen los estados para maniobrar sus finanzas, mientras más alto sea este indicador es mayor la presión a las finanzas de los estados, refiere Kristobal Meléndez, especialista en finanzas públicas estatales.
De los nueve estados, Ciudad de México, Jalisco y Veracruz son las tres entidades con la proporción más alta, con índices por arriba de 50%.
"La disminución del crecimiento económico y de los ingresos federales impactó el ritmo de las participaciones -principal fuente de ingresos para gobiernos subnacionales- causando déficits fiscales en las entidades federativas", refiere un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Además de la necesidad de financiamiento para cubrir esos déficits, se diversificaron las fuentes de financiamiento, incluyendo préstamos bancarios y financiamiento bursátil, refiere el instituto.
Deudas en millones de pesos
En términos de millones de pesos, Ciudad de México es la que reporta el monto más alto, seguida por Veracruz y Jalisco.
En 2024, “los estados están enfrentando una situación financiera muy complicada, no solo los que tienen elecciones, porque además un componente de los impuestos que pagaba Pemex se iba a las entidades federativas, al bajar el Derecho de Utilidad Compartida, esos recursos van a dejar de fluir a los estados”, explicó Víctor Manuel Herrera Espinosa, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.
La situación deja en desventaja a los estados en temporada de elecciones, además de que limita la posibilidad a los estados de tener recursos para inversiones en infraestructura pública, consideró el especialista del IMEF.