Su visita estuvo centrada en el "exceso de capacidad" de producción del gigante asiático.
Citando el ejemplo del acero chino cuya llegada a los mercados hace más de diez años, que "diezmó industrias de todo el mundo y de Estados Unidos", Yellen declaró ante la prensa: "Le dije claramente al presidente Biden que no aceptaré de nuevo esta realidad".
"Sé que nuestros socios y aliados comparten estas serias preocupaciones, tanto las economías desarrolladas como en desarrollo", añadió.
Estados Unidos teme que las subvenciones masivas del gobierno chino a los sectores tecnológico, de las energías verdes, de los autos eléctricos y de las baterías desemboquen en una llegada masiva de productos baratos al mercado mundial, susceptibles de perjudicar a los competidores extranjeros.
Seguridad nacional
El tema fue ampliamente tratado por Yellen y el vice primer ministro He Lifeng, encargado del Partido Comunista Chino (PCC) para las cuestiones económicas, durante los encuentros que mantuvieron.
La estadounidense también fue recibida por el primer ministro chino, Li Qiang, y ambos se dijeron dispuestos a reforzar el diálogo, pese a los diferendos que oponen a ambas potencias mundiales.
Yellen se declaró especialmente preocupadas por los "desequilibrios" de la economía china, sobre todo por el bajo consumo de los hogares y el exceso de inversiones, "agravado por el apoyo a gran escala del gobierno a determinados sectores industriales".
Unas preocupaciones a las que Beijing ha restado importancia.
"Las acusaciones de un 'exceso de capacidad' por parte de Estados Unidos y Europa son infundadas", declaró el domingo el ministro chino de Comercio, Wang Wentao, durante una visita a París, según la agencia estatal Xinhua.
Ambos países aceptaron continuar conversando sobre el exceso de la capacidad de producción.
Pero, según Xinhua, Li Qiang le dijo a Yellen que Washington debía abordar el tema de la capacidad de producción "objetivamente" y "pensando en el mercado".
Yellen también refirió unas "conversaciones difíciles sobre seguridad nacional", en las que advirtió a los responsables chinos de las consecuencias de apoyar militarmente a Rusia y de un eventual recurso a medidas económicas para salvaguardar la seguridad nacional.