"El monto de la inversión no va a ser tanto como va a ser en 2026, 2027, cuando ya tengamos todos los proyectos echados a andar, pero sí va a haber obra", afirmó la mandataria sobre los planes de gasto de su gobierno para el año entrante, en su conferencia mañanera.
Con ello confirma un temor expresado por los industriales del país. El lunes pasado, el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Alejandro Malagón, expresó la preocupación del sector por la meta del gobierno de reducir el déficit público el próximo año; “nos preocupa (...) que signifique una reducción de la inversión pública en infraestructura”, la cual es clave para detonar la inversión privada.
En medio de un alza del gasto para acabar proyectos de su antecesor, como un tren turístico y una refinería en el sureste del país, la mandataria dijo hace dos semanas que el déficit fiscal de México al cierre de 2024 será menor a un 6% del Producto Interno Bruto (PIB), el mayor en varios lustros.
Además, Sheinbaum ha señalado varias veces que para 2025 el objetivo es reducirlo a alrededor del 3.5%, mientras que analistas han dicho que será difícil reducirlo para el próximo año, a pesar de que se espera una consolidación fiscal.
La presidenta resaltó el impacto que han tenido para el gasto público los apoyos distribuidos durante el año transcurrido desde el impacto del huracán Otis en la ciudad turística Acapulco, informó que el próximo año iniciarán obras nuevas como líneas de trenes de pasajeros en el centro del país.
El gobierno, agregó, prevé también construir varias carreteras, realizar obras de tecnificación de riego e implementar un plan de vivienda popular con cerca de 50,000 millones de pesos, que empezaría en febrero.
Con información de Reuters.