Por Sergio Villarreal*
Socio Líder de los servicios de Auditoría Interna en Deloitte
A través de los años, la profesión del auditor interno, quien es el responsable de custodiar el patrimonio de la empresa y brindar aseguramiento acerca del logro de los objetivos de la organización, ha tenido fama de ser una labor aburrida; pasa el tiempo y poco sucede para cambiar la idea sobre este rol. Su ritmo de cambio tradicionalmente suele ser bajo. Y si bien, al igual que todas las áreas de las empresas, busca ser relevante y agregar valor; sin embargo, con cierta frecuencia la organización no entiende bien cuál es su alcance y contribución.