En 2022 y 2023, el acumulado del FEIP por cada año fue cercano a 15,000 millones al año, pero, para 2024, la acumulación del fondo se reduce a alrededor de 9,000 millones, explicó José Luis Clavellina, director de Investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
“Si este va a ser el ritmo de acumulación del fondo, vamos a tardar más tiempo y cuando haya alguna crisis, alguna desaceleración, vamos a tener menos recursos con qué compensar el faltante de ingresos”, agregó el investigador.
Los costos de activarlos
El uso del FEIP es esencialmente para los ingresos faltantes del gobierno federal. De no tener fondos, el sector público tiene dos vías: recortes al gasto o incurrir en deuda. Cualquier opción tiene sus implicaciones. Recortar puede significar un deterioro en la calidad de los servicios públicos, mientras que la deuda incrementa el déficit fiscal, que está en la mirada de las calificadoras de crédito, explicó Cernichiaro.
Considerando la gran dependencia de los gobiernos estatales y municipales de los ingresos federales, estos verían también una mayor presión para recortar sus gastos o recurrir a deuda. “Este FEIEF es para resarcir los ingresos que tienen los estados por participaciones; en caso de faltar estos recursos, se afectaría a la población, pues la mayoría de estos recursos se va para el gasto corriente, al pago de pensiones de los sistemas estatales o, incluso, para gastos como el pago de la luz”, detalló el investigador de la UAM.
Díaz consideró que, dependiendo de la salud financiera de cada estado, se abre la posibilidad de recurrir a deuda. “Los que dependan más de los ingresos federales podrían verse un poco más afectados”, agregó.
De acuerdo con el IMCO, la Ciudad de México, Chihuahua y el Estado de México son las entidades que generan más ingresos propios. En contraste, Hidalgo, Oaxaca y Guerrero son los tres estados más dependientes de las transferencias federales.