La llegada de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos ha significado, para México, negociaciones en materia de migración, seguridad y comercio, en medio de amenazas arancelarias por parte del mandatario estadounidense. Hasta ahora, la aplicación de gravámenes a los envíos mexicanos se han pausado y mañana se prevé que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, den a conocer detalles sobre los aranceles al acero y aluminio, así como avances de las conversaciones rumbo al 2 de abril, día en que Estados Unidos impondrá tarifas recíprocas a todos los países.
“Estamos convencidos, como lo ha mostrado la presidenta de la República, que honrar el tratado comercial de Norteamérica, el cual continúa vigente, es el marco que opera nuestra relación comercial (…) la forma en la que tenemos que proceder. Vamos a seguir insistiendo, a seguir dialogando”, dijo el funcionario en su comparecencia.
En esta coyuntura, el Plan México y la estrategia de inversión tomarán relevancia en el largo plazo, pues se busca sustituir las importaciones, porque si bien México importa y exporta mucho, la gran mayoría de lo que exporta proviene de otros países, explicó Amador Zamora, en espera de ser ratificado hoy y tomar protesta como secretario de Hacienda ante el pleno de la Cámara de Diputados, junto con Carlos Lerma, como subsecretario de Ingresos, y Roberto Carlos Fernández González, como tesorero de la Federación.
Amador Zamora destacó que, tras la coyuntura arancelaria, el peso se ha mantenido estable gracias al tipo de cambio flexible.
“Creo que la estabilidad de la paridad de la moneda es algo que nos debe de dar tranquilidad; como saben, tenemos un régimen de tipo de cambio flexible, lo que significa que ni el gobierno ni el banco central tienen una meta (…) no ha habido una disrupción en los mercados cambiarios mexicanos y eso le da una estabilidad dentro de la volatilidad”, aseguró.