El dato implica que alrededor de 1.53 millones de personas estuvieron sin trabajo y en búsqueda activa de uno, en un contexto donde la Población Económicamente Activa (PEA) creció apenas en 45 mil personas respecto al mismo mes del año anterior, alcanzando un total de 61.5 millones.
A pesar de la reducción en el desempleo, la tasa de participación económica —es decir, el porcentaje de personas en edad de trabajar que estaban ocupadas o buscando trabajo— descendió a 59.4%, desde un 60.5% en abril de 2024. Esto sugiere que menos personas se incorporaron o permanecieron en el mercado laboral.
Asimismo, la población ocupada mostró un aumento de 166,000 personas en el mes, situándose en un total de 59.9 millones de personas, su nivel más alto desde noviembre del 2024.
Persiste la informalidad
El informe también señala que el 54.7% de la población ocupada labora en condiciones de informalidad, prácticamente sin cambios frente al año pasado (54.6%). Además, el 32% de los ocupados lo hace en condiciones críticas, es decir, con ingresos insuficientes o jornadas excesivas. Este indicador, sin embargo, mejoró desde el 37.5% registrado un año antes.
Por su parte, la tasa de subocupación, que mide a quienes trabajan menos tiempo del que desean, también bajó de 7.7% a 7.1%, en su comparación anual. Esto quiere decir que hay 4.13 millones de trabajadores cuyo empleo no es suficiente para satisfacer sus necesidades.