Mejía recordó que el comportamiento de los pecuarios no se parece al de otros alimentos. Mientras que los ciclos de frutas y verduras son breves y muy volátiles, los de la carne de res, cerdo y pollo duran más tiempo y tardan más en desvancerse, lo que ha generado presiones más prolongadas sobre la inflación subyacente.
Ese efecto no solo se observa en mercancías sensibles a estos insumos —como embutidos y alimentos procesados—, sino también en la formación de precios del sector servicios, explicó el subgobernador durante el Foro Económico 2025 de la Universidad Panamericana.
Cabe recordar, que los precios de la carne ya se incrementaron más de 18.5%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en comparación con los precios observados el año pasado. En parte, el incremento se debe a la plaga de gusano barrenador. Este y otros problemas sanitarios también afectan directa o indirectamente los precios de la carne de cerdo, pollo y huevo.
La diferencia entre las fondas y los restaurantes
Mejía detalló que restaurantes y establecimientos formales ya muestran patrones similares a los de antes de la pandemia, pero que el verdadero foco de persistencia está en loncherías, fondas, torterías y taquerías, negocios cuya estructura de costos depende directamente de los insumos pecuarios y que tienen mucho menos margen para ajustar sus menús o absorber incrementos.
“Si no trasladan los aumentos, dejan de ser rentables”, dijo el subgobernador, al subrayar por qué este segmento es el que más ha contribuido a que la inflación subyacente se mantenga arriba de 4%.
Para dimensionar el problema, mientras la inflación en servicios se mantiene en torno al 4.4%, los servicios relacionados con la alimentación superan un incremento anual de 7.5%, hasta octubre de este año.
No obstante, el funcionario señaló que el ciclo pecuario muestra señales de estabilización, lo que debería reflejarse en una moderación gradual de las presiones en servicios de comida en los próximos meses. La expectativa de Banxico es que este componente deje de ser un obstáculo para la convergencia inflacionaria conforme se normalicen los costos de la carne y sus derivados.
Otros frentes para la inflación
Esto no significa que el panorama esté resuelto, Banxico ajustó al alza su previsión de inflación subyacente, precisamente por la resistencia que han mostrado tanto las mercancías alimenticias como los servicios vinculados a alimentos; sin embargo, Mejía enfatizó que la postura monetaria aún tiene espacio para seguir ajustándose.
Señaló que la tasa real ex post (la tasa de interés que descuenta la inflación que efectivamente ocurrió y que refleja el poder adquisitivo real) se encuentra dentro del rango estimado de neutralidad y, bajo ese cálculo, todavía existiría margen para recortes adicionales, aunque de manera prudente y calibrada.
Alejandro Saldaña, economista en jefe de Banco Ve por Más, explicó que la convergencia al objetivo del Banco de México tardará más en llegar, debido a los aranceles, a pesar de que se trate de un choque de oferta de una sola vez. Y no solo eso, también señaló que los cambios en los costos laborales mantienen la presión sobre los precios, al mismo tiempo que no hay cambios importantes en la productividad.
"Hay un cambio de paradigma en México, que va a afectar a la inflación y a la economía en general que es un mercado laboral, un nuevo orden en el mercado laboral. Nuestra población está envejeciendo... esto está encareciendo el factor trabajo. Aunado también a las políticas de salario mínimo que han sido bastante agresivas... como un factor de potencial generación de inflación en el mediano plazo", señaló Saldaña, en un panel de expertos dentro del mismo evento.
Por otro lado, Jannet Quiroz, directora de Análisis Económico de Monex, explicó que "un riesgo importante tendrá que ver con lo que se apruebe en términos de los aranceles que pudiera estar imponiendo México hacia aquellos países con los que no tiene firmado un tratado comercial... esto pudiera generar, yo creo, que un impacto más permanente al menos para todo 2026 para la inflación".
En octubre, el índice general de precios al consumidor se moderó a 3.57% a tasa anual, luego de dos meses en ascenso. La inflación subyacente, por su parte, se ubicó en 4.28%, sin cambios frente a septiembre.