Finestrella: ‘línea abierta’ al crédito

Finestrella financia a personas con ingresos menores a 8,000 pesos para contratar telefonía móvil; Manjarrez y Sayas transforman a usuarios de prepago en clientes con pago regular en suscripción.
finestrella (Foto: Carlos Aranda / Mondaphoto)

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Gabriel Manjarrez buscaba socios para darle la vuelta a la empresa que había fundado un año antes con Pedro Sayas, dedicada a financiar la renta de equipos de telefonía celular a clientes no bancarizados.

Llamó a

. "Nos interesa mucho", fue la respuesta que recibió desde Nueva York. Era julio de 2009, y la segunda vez que Manjarrez le solicitaba recursos.

Atraer 6.6 millones de dólares (mdd) de

, fue lo que permitió que los emprendedores utilizaran sus activos (equipos, sistemas y tecnología propia para medir riesgo crediticio), revisaran su modelo de negocios y relanzaran Finestrella, la cual detuvo sus operaciones por más de un mes en medio de la crisis.

"Ese fue el momento en que nos decidimos a darle la vuelta al modelo de negocios", comenta Manjarrez. Al inicio, la empresa se dedicaba a crédito para servicios de prepago, hoy el enfoque está en ofrecer una línea de financiamiento que permite que personas con ingresos menores a 8,000 pesos puedan contratar

a la medida.

De esta manera

Finestrella crece a un ritmo de 24% mensual con 2,800 suscripciones al mes, una cifra que representa 14% de las ventas de postpago de Movistar en México, donde de los 80 millones de usuarios de prepago, la mitad tiene capacidad para migrar a postpago.

Su modelo está sustentado en Kamino, un sistema que se encarga de analizar y medir la capacidad de pago de los clientes.

Joaquín Ávila, representante de The Carlyle Group y fundador del fondo EMX Capital, distingue la capacidad para

, además de la flexibilidad de la empresa para afinar el modelo de negocio cuando las cosas no funcionan.

Con presencia en 10 ciudades, los ingresos de Finestrella en 2010 sumaron 500,000 dólares. Este año, los usuarios pasarán de 6,000 a 30,000. La meta para 2015 es consolidarse en México con 800,000 usuarios, para después migrar el modelo a Chile, Perú y Colombia.