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Tercerización de personal en la crisis

La contratación de personal a través de firmas especializadas es una práctica útil en la actualidad; la tercerización ahorra recursos a las compañías y promueve el empleo en medio de la recesión.
vie 17 julio 2009 06:00 AM
La comunicación en momentos dificiles es fundamental para motivar a los empleados a trabajar en un objetivo comúm. (Foto: Jupiter Images)
tercerizacion-outsourcing-empleados2-JI.jpg (Foto: Jupiter Images)

¿Realmente se debe satanizar esta forma de empleo, que en estas épocas da un respiro a la sociedad que se encuentra con pocas oportunidades laborales?

En estos tiempos, en los cuales la crisis está golpeando duramente a los mercados mundiales y la generación de nuevos empleos se ve frenada de una manera casi total, la tercerización de personal a cargo de empresas que cumplen fielmente con los lineamientos que marca la ley en México, es una válvula de escape que permite a países como el nuestro ofrecer opciones de trabajo a miles de mexicanos que día a día se adhieren a las estadísticas del desempleo.

La tercerización es la contratación de compañías expertas y especializadas en las distintas actividades de recursos humanos para suplir necesidades puntuales de fuerza laboral, con el fin de que la empresa pueda alcanzar sus metas.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la pasada Cumbre Mundial por el empleo en Ginebra, mencionó que no podemos esperar a que comience la recuperación económica, la cual se estima que sea dentro de al menos seis años; para que vuelva la creación de empleos. Es por ello que la tercerización laboral resulta una práctica efectiva para combatir el desempleo.

La tercerización de personal realizada con el cabal cumplimiento de las leyes laborales y fiscales mexicanas (inscripción de los trabajadores ante el IMSS con salario real, pago en tiempo y forma de las aportaciones al Seguro Social e Infonavit, pagos salariales y pago de obligaciones patronales en tiempo y forma) es un mecanismo de ayuda tanto para el Gobierno, las empresas y para la población en condiciones de emplearse de nuestro país.

En México este sistema aún es un tema tabú, ya que se tiene muy arraigado el concepto de outsourcing, el cual se define como la externalización de un proceso específico, que no forma parte integral del core business de la empresa y es operado por un experto, principalmente en áreas como: logística, vigilancia, seguridad, limpieza, etc.

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Sin embargo, a partir del 2002 se creó la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), que actualmente reúne a 17 empresas que ofrecen el servicio de tercerización de personal, cuya actividad principal es promover esta forma de que es usada en todo el mundo y mostrar los beneficios que trae a todos los implicados, los cuales son cuantiosos.

Los empleados contratados bajo tercerización tienen en muchos casos un mejor sueldo o prestaciones mayores, ya que son personas con un grado particular de especialización en determinadas áreas. Las empresas en este esquema pueden llevar a cabo sus obligaciones en tiempo y forma, sin que esto impacte en su head count y el Gobierno no deja de percibir las aportaciones, que por ley debe de recibir por parte de las empresas y trabajadores.

En esta crisis, que es la mayor dificultad económica y laboral a la que se ha enfrentado no solo México, sino el mundo; en la cual miles de empresas están quebrando o cerrando unidades de negocios a lo largo del país y que por ende desgraciadamente tienen que despedir a su personal activo y frenar todo tipo de nuevos ingresos; la tercerización de personal juega un papel fundamental.

Ahora las empresas no planean en periodos mayores a dos o tres meses, lo que quiere decir que no pueden arriesgarse a ingresar personal en su plantilla porque no tienen la certeza de que al siguiente mes el mercado mejore y les permita aumentar sus ingresos; sin embrago tampoco pueden parar por completo su operación y es ahí en donde la tercerización de personal juega un papel importante, ya que les permite continuar con su proceso productivo y de abastecimiento a su mercado.

Este esquema también ofrece empleos a miles de personas que sin este tipo de acciones se enfrentarían a una peor situación.  

Según datos de la AMECH en el 2008, a través de las empresas que la conforman, se dio empleo a un promedio mensual de 102,006 empleados eventuales con un importe total de cuotas pagadas en Seguridad Social de 1,277,711,457 pesos al IMSS y 493,532,499 pesos al Infonavit. Lo anterior refleja que este sistema de contratación realizado de manera correcta beneficia tanto a los trabajadores como al Gobierno.

La crisis significa oportunidad, de atreverse a hacer cosas nuevas, probar nuevos caminos y de ser flexible ante la realidad para poder responder con mayor rapidez a los cambios y situaciones que se presentan.

La tercerización de personal es una nueva forma de hacer bien las cosas,  ofrece flexibilidad laboral, tanto a empresas como a empleados; oportunidades de especializarse en varios campos; conocer diferentes formas de trabajo; obtener experiencia en aquellos casos en que buscan un primer empleo, entre muchos más.

Con la reforma laboral aprobada el pasado 10 de julio, este esquema de empleo tendrá más control y por lo tanto será mejor aceptado; lo cual le viene bien al país para apoyar el fortalecimiento de la generación de empleos que mucha falta hacen.

El autor es coordinador de Mercadotecnia de Adecco México, vocero y miembro de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH). 


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