Las lecciones de éxito de Papa John’s
Cuando tenía doce años, fundé un negocio para pintar cunetas de los techos en casa de mi abuelo; él era mi mentor, y esperaba que nosotros trabajáramos desde muy jóvenes. Mi papá estaba metido en la política: era el juez más joven en la historia de Indiana, y estaba aspirando para ser asesor del gobernador. Cuando mi papá estaba en campaña, mi mamá nos llevaba a casa de mi abuelo.
Encuentra algo que se te dé con facilidad
En la escuela siempre tuve que esforzarme más que los demás. Me fue fatal en el examen de admisión a la escuela de Derecho y pronto me di cuenta de que esa carrera no era para mí . Todas las noches decía: "Por favor, Dios, dame algo que pueda hacer y que no implique trabajar tres veces más que todos los demás".
Era el fin de semana del día del trabajo en 1983 y mi papá me había contratado para administrar Mick's Lounge, un bar del que él era copropietario. Me pagaba 200 dólares a la semana, y el negocio estaba a punto de quebrar, pero yo le dije a mi papá que podía arreglarlo. Fue lo más natural que había hecho en mi vida, todo tenía sentido para mí. Metimos otras dos mesas de billar, limpiamos el lugar y mejoramos la calidad de la comida.
Yo tenía el sueño de empezar un negocio de pizzas desde que entré a la universidad. Ya se me había ocurrido el nombre, el menú y las recetas que usaría. A mi compañero de cuarto en Ball State se le ocurrió el logo. Pensé que si vendíamos pizzas por 5 dólares en el closet de intendencia al fondo del pasillo del bar, y 50 cervezas al día, haríamos una fortuna, así que tiramos el closet, instalamos un horno para pizza y empezamos a vender pizza Papa John's.
Dispuestos a ir contra los grandes
Nos dimos cuenta pronto de que Domino's tenía la velocidad, Little Caesars los precios y Pizza Hut la variedad, y aún así sólo tenían el 35% o 40% del mercado. No entendía por qué los productos de calidad no ganaban todo el tiempo. ¿Por qué querrías comprar algo inferior? Pensé que si había una cadena nacional que actuara de forma independiente y tuviera la mejor calidad, sería lo mejor de todos esos mundos.
Los secretos de mi éxito
Mide el progreso
Tenemos compradores misteriosos de pizza que califican la pizza en una escala de uno a diez. Calificamos 10,000 pizzas al mes, así que sabemos exactamente qué servir cada semana. Los ejecutivos ganan bonos de acuerdo al puntaje de la pizza, así que tenemos todo para asegurarnos de que la experiencia del cliente sea recompensada.
Mantener el contacto con los clientes
Nuestro primer grupo de enfoque estaba en nuestro bar. Era como un pequeño laboratorio donde intentábamos cosas nuevas. Si cometíamos un error o queríamos una opinión, había cien personas ahí. Hoy en día seguimos en contacto con millones de clientes vía correo electrónico y Facebook.
Hay que hacer una cosa de forma excelente
Intentamos hacer pasta, intentamos hacerlo restaurante, intentamos calabazas fritas y ensaladas, pero los clientes nos dijeron que querían que nuestra pizza se entregara a domicilio, así que nos convertimos en una cadena de repartición, y nos concentramos en la pizza.