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Le di mi vida a esa marca y me dejó

Joaquín Matienzo dedicó años a posicionar una firma de ropa de playa aquí, que luego le abandonó; pero en lugar de desilusionarse por la experiencia creó a Fullsand junto con otros empresarios.
jue 27 mayo 2010 06:05 AM
Joaquín Matienzo y sus socios son los licenciatarios únicos en México de la boutique palmera Fullsand. (Foto: Jupiter Images)
triste llorando empleado verguenza (Foto: Jupiter Images)

¿Te imaginas dedicar tu tiempo, trabajo y capital a una marca famosa durante varios años y que, de repente, por razones ajenas a ti, ésta te retire su apoyo? ¿Seguirías interesado en ser licenciatario o dejarías de lado el mundo de las marcas y buscarías otras oportunidades para hacer negocio?

La mayoría de los emprendedores se inclinarían por ver la forma de recuperar su inversión y cerrar el capítulo. Pero Joaquín Matienzo, empresario del ramo del vestido, no se amedrentó e hizo exactamente lo contrario: redobló su apuesta por las marcas y encontró la fórmula para impulsar (junto con otros licenciatarios afectados) un próspero negocio.

Fue así como surgió Fullsand , la marca internacional de moda para playa, de la cual Matienzo es hoy licenciatario exclusivo para México.

Actualmente, la firma Matienzo México opera una treintena de boutiques Fullsand en los principales centros de playa y ciudades del país , goza de buena salud empresarial y tiene planes de crecimiento. "Ya teníamos experiencia previa, conocíamos el mercado, el negocio y ya teníamos los contactos, los clientes", comenta el emprendedor.

Hace dos años, Matienzo obtuvo el reconocimiento de la organización internacional Endeavor como emprendedor de alto impacto.

Del taller casero a la tienda departamental

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Todo comenzó en 1986, cuando Joaquín, egresado de la Universidad Anáhuac y entusiasta de las ventas, fundó Matienzo México, un pequeño negocio enfocado a la venta de ropa de playa. El emprendedor empezó confeccionando shorts para caballero en la sala de su casa y creó la marca Baltic, pero con un diferenciador claro en mente: crear ropa para playa con un componente de moda y buen gusto.

Matienzo, un apasionado de las vacaciones a la orilla del mar, se dio cuenta de que la gente confundía la ropa de playa con cualquier trapo o facha, incluso cortaban sus jeans para convertirlos en shorts y los combinaban con camisetas sin mangas. Era la época en que la economía mexicana estaba cerrada al libre comercio, no había una oferta variada de moda y mucho menos de ropa de playa.

"En las tiendas departamentales no había sección de ropa de playa y lo que se vendía era sólo para las vacaciones de Semana Santa. Esto me dio pauta a pensar de que aquí había una oportunidad de negocio", comenta el emprendedor.

Matienzo México introdujo la línea de shorts Baltic en algunas tiendas departamentales y en varias boutiques en los principales destinos de playa como Acapulco y Cancún, y empezó a crecer.

En 1991 Matienzo se convirtió en licenciatario de la marca Sideout, originaria de California, y dio un gran brinco pues era una marca de ropa de playa de alcance internacional. Con Sideout, Matienzo ingresó a las tiendas departamentales del país.

Siendo titular de la licencia maestra para México, Matienzo aumentó su línea de producción y ventas; además de shorts empezó a vender playeras, gorros y accesorios, e incursionó en el segmento de dama. Además, gozó de todos los beneficios de una licencia internacional: asesoría en tendencias de moda,  acceso a proveedores en mejores condiciones y apoyo en mercadotecnia.

Unión de licenciatarios

Todo iba viento en popa, pero en 1999 los propietarios de Sideout  en Estados Unidos atravesaron por problemas financieros y decidieron venderla al gigante de licenciamiento de marcas Cherokee, especializada en la venta de licencias al mayoreo a grandes cadenas comerciales.

Esta decisión afectó a Matienzo y a licenciatarios de Sideout en Canadá, Brasil y el propio Estados Unidos, quienes empezaron a dejar de recibir el mismo apoyo de la marca: ya no contaban con información estratégica y empezaron a quedarse sin proveeduría. La situación era crítica.

"De pronto nos quedamos sin marca, nos urgía encontrar una que nos diera acceso a proveedores, tendencias de moda y marketing. Fue esto lo que nos hizo crear una nueva marca en Hermoso Beach,  California, en conjunto con otros licenciatarios de Canadá, Brasil y EU", explica Matienzo. 

El grupo de licenciatarios montó una oficina de diseño en California y se dio a la tarea de crear un concepto de ropa de playa novedoso, que abarcara una línea de ropa y accesorios de moda que sirvieran para realizar cualquier actividad acuática y deportiva para divertirse durante las vacaciones, sin estar ligada a un deporte en específico.

Fue así como surgió Fullsand. Para lanzar la marca partieron del supuesto de que el espíritu de vacaciones está presente en la mayoría de la gente, desde 16 a 70 años. "En la playa todos somos jóvenes, relajados, divertidos, a todos nos gusta estar de vacaciones y ese es el espíritu de Full Sand", dice Matienzo. La firma maneja en México tallas desde bebes (0 meses) hasta la doble extra grande (XXL)

La fórmula funcionó. En el 2000, Matienzo México abrió las primeras boutiques Fullsand en Cancún, el DF y Guadalajara. Hoy, nueve años después, opera unas 30 boutiques, un par de ellas bajo el esquema de franquicia. Tiene presencia en tiendas departamentales como Liverpool, El Palacio de Hierro, Sears y Martí, pero no vende sus artículos en tiendas de autoservicio ni a mayoristas, para cuidar el valor de Fullsand.  

"Juntamos fuerzas para crear esta marca y hoy somos propietarios", concluye Matienzo.

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