Un negocio orgánico reactiva el campo
Después de 10 años de funcionamiento, Aires de Campo que en un principio tenía como objetivo incluir a productores de la comunidad en su modelo de negocio , logró desarrollar a través de la capacitación una cadena de comercialización de alimentos 100% orgánicos.
"Desde un principio el objetivo de nuestra empresa era jugar un papel crítico en la cadena productiva, ya que no buscábamos ser un intermediario, sino contribuir al desarrollo de nuestros proveedores para que llegarán a un público exigente que requiere de un producto único", dijo la fundadora de la empresa mexicana Aires de Campo, Guadalupe Latapi.
La falta de conocimiento de los agroindustriales en la producción de alimentos 100% orgánicos, fue el primer reto para la empresa , ya que tuvieron que iniciar un proceso de formación y desarrollo de técnicas de cultivo que mantuvieran las propiedades de los alimentos sin necesidad de utilizar químicos, relató la fundadora de Aires de Campo.
"En un principio nos dimos cuenta que faltaba mucho conocimiento del mercado orgánico ya que era bastante nuevo, entonces no se sabía de qué manera se iba a generar un consumo porque no había claridad sobre cuáles eran las necesidades de los clientes en este tipo de alimentos. Con los fabricantes tuvimos que desarrollar un nuevo producto con una imagen atractiva, además de ver de qué manera ellos podían transformar su producción a una que fuera orgánica que utilizara insumos naturales", detalló Latapi.
Tras desarrollar todo un método de trabajo , en la actualidad la empresa cuenta con una red de 50 productores orgánicos que está integrada por granjas familiares, cooperativas indígenas, campesinas y agroindustrias de escala media a pequeña, conformando así una fuente de trabajo para más de 1,500 personas en el campo, indicó Latapi.
Si bien es cierto que en México cerca de 400,000 hectáreas se dedican a la agricultura orgánica y en la actualidad existen más de 50,000 productores especializados, el consumo interno de este tipo de alimentos está todavía en desarrollo, a diferencia de Alemaniaen que el 85% de la producción es para consumo local, mientras que en el país es del 15%, cifras de la Comisión Interamericana de Agricultura Orgánica (CIAO).
"Nuestra meta es llegar directamente a los hogares de una nueva generación de consumidores conscientes y, conforme crezca la proporción de consumidores con sensibilidad social y ecológica, aprovecharemos mejor el gran potencial de producción orgánica de nuestro país", precisó Guadalupe Latapi.
Aunque el modelo de negocio de la compañía ha involucrado los campesinos mexicanos, en la actualidad la empresa no ha contado con capital proveniente de la empresa privada que esté dispuesto a invertir en un proyecto con impacto social, por lo que hasta la fecha sus formas de financiamiento han sido a través de la Secretaría de Economía (SE) y aceleradoras de negocio.
"Para nosotros es una gran oportunidad que en México el tema de inversión de impacto tome relevancia, ya que constituye una fuente para seguir invirtiendo en capital humanos, innovación y capacitación de nuestra red de colaboradores", precisó la emprendedora.
