Intercambia tu inventario por publicidad
Frente a las actuales condiciones económicas las ventas han disminuido , y los inventarios de las empresas no tienen un desplazamiento ideal. Si tu empresa está en esta situación intercambiar activos improductivos por pautas de publicidad puede ser una salida para evitar pérdidas en tu negocio.
El intercambio corporativo es una especie de trueque en el que se intercambian activos improductivos como inventarios cercanos a caducar, de poca novedad o con alguna falla, o activos fijos como maquinaria, automóviles o edificios que no utilicen por espacios publicitarios.
Esta opción resulta factible cuando al rematar estos productos “el mercado te ofrecería hasta 70 u 80 centavos menos del costo real de tu producto”, dijo el director General de Active International, Eric Mergenthaler, empresa que ofrece servicios de intercambio corporativo.
A través de este trueque las empresas pueden vender su mercancía al 100% de su precio original. Por su parte, la empresa que adquiere estos activos, los venderá en canales secundarios autorizados previamente por su cliente.
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El dinero de la mercancía es tomado a cuenta para el pago de las pautas publicitarias en diferentes medios de comunicación, servicios de viajes de convenciones o promocionales para el punto de venta (por ejemplo: displays o empaques) y se les llama “abonos de intercambio”.
Active International acepta el 20% del costo de la publicidad en abonos de intercambio, el resto es en efectivo. “Lo que buscamos es que los clientes paguen menos en efectivo y restituyan el valor de sus activos improductivos”, dijo Mergenthaler.
Sin embargo, en el país el intercambio corporativo puede prestarse a malas prácticas, señaló el director de la American Marketing Association (AMA), César Enríquez.
“Existen empresas que venden las pautas de publicidad a precio de lista sin considerar ningún intercambio para sus clientes. Costos cinco veces más caros que lo que el empresario pudo haber conseguido por su propios medios”, dijo el experto.
Por otro lado, se corre el riesgo de que al ser productos obsoletos, cercanos a la fecha de caducidad o fuera de moda, la publicidad que a cambio ofrezcan estos intermediarios no sea en horarios estelares, portadas o contraportadas de revistas.
Antes de entrar en este esquema, los empresarios deben valorar si no ganan más ofreciendo su producto sobrante como un extra en la compra de otro, armando paquetes o donándolo.
Para saber qué te conviene considera cuánto cuesta tener esa mercancía almacenada en tu tienda, cuánto cuesta despasarla o si te reditúa mejor darla a cuenta de publicidad, sugirió César Enríquez.
Hasta el momento el barter o intercambio corporativo se practica entre las grandes empresas, aceptó Eric Mergenthaler. Su empresa en 20 años ha trabajado con 60 compañías de las cuales, hasta el momento todas songrandes.
“El mercado de las pymes aún no lo hemos abordado, pero trabajamos para ofrecerles servicios a su medida”, confesó el directivo de Active International, quien adelantó que a final de año presentará una solución para el sector.
Hay que tomar en cuenta que al optar por esta solución las pequeñas empresas deben valuar bien su mercancía y asegurarse que las cuotas de las pautas publicitarias que vayan a adquirir estén a precio competitivo.
La empresa con la que realices el intercambio corporativo debe emitir un contrato donde se estipule claramente “quién hace qué y a cambio de qué, porque al ser pymes y con poco poder de negociación estos intermediarios pueden hacer una mala jugada”, advirtió César Enríquez.
