General Electric tiene un problema con los combustibles fósiles
General Electric tiene una larga historia de irrumpir en el panorama industrial a través de tecnologías innovadoras como el motor a reacción y la bombilla . Hoy, GE es el que está siendo irrumpido.
La icónica compañía ha sido tomada por sorpresa por el aumento dramático de la energía renovable a expensas de los combustibles fósiles. La rápida adopción de la energía solar y eólica ha creado un caos en la división de energía de GE, que fabrica turbinas gigantes y generadores que son utilizados en las centrales eléctricas de carbón y gas natural.
Los problemas de GE Power han ayudado a desatar una crisis financiera que llevó al conglomerado a recortar sus dividendos apenas por segunda vez desde la Gran Depresión. Las acciones de GE han perdido más del 40% de su valor este año.
Los acuerdos de GE empeoraron su exposición a los combustibles fósiles. En lugar de transformarse en una fuente de energía limpia, GE redobló su apuesta en combustibles fósiles en 2015, al adquirir el negocio de energía de Alstom, que fabrica turbinas alimentadas con carbón. El acuerdo de 9,500 millones de dólares fue la mayor compra industrial de GE y convirtió a GE Power en su división más grande. GE también aumentó su presencia en el sector de petróleo y gas mediante la fusión de esas empresas con Baker Hughes el año pasado.
Hoy en día, GE Power está en caos debido a que las plantas de energía están ordenando cada vez más tecnología solar y eólica en lugar de las turbinas de gas y carbón. A medida que los pedidos de GE se han desplomado, se ha visto obligado a ofrecer grandes descuentos en productos y servicios. Ahora, el negocio está lidiando con una sobrecapacidad masiva. En respuesta, GE Power recientemente anunció planes para recortar 12,000 empleos en un intento por reducir su presencia y recortar 1,000 mdd de dólares en costos.
A medida que “el gas y el carbón se han suavizado”, GE reconoció que las energías renovables están creciendo rápidamente y están robando cuota de mercado.
El presidente ejecutivo de GE Power, Russell Stokes, dijo que los recortes de empleos fueron “dolorosos pero necesarios” para responder a la “disrupción en el mercado de energía”.
GE no es la única potencia tradicional que se ha visto sacudida por las energías renovables.
En noviembre, el conglomerado industrial Siemens anunció planes para recortar 6,900 empleos, la mayoría en Alemania y Estados Unidos. Siemens, que proporciona turbinas y servicios a empresas que generan electricidad a partir del petróleo y el gas, citó el alza de las energías renovables.
“La industria de generación de energía está experimentando una disrupción de alcance y velocidad sin precedentes”, dijo en ese entonces Lisa Davis, miembro del consejo directivo de Siemens.
Parece que Siemens tampoco vio venir la amenaza renovable. En 2014, la compañía alemana gastó 1,300 millones de dólares para comprar el negocio de compresores y turbinas de gas de Rolls-Royce. Siemens siguió esa medida el siguiente año con un desembolso de casi 8,000 millones de dólares para comprar Dresser Rand, un proveedor de equipos de petróleo y gas.
Hay indicios de que las energías renovables pueden seguir ganando terreno ante los combustibles fósiles, especialmente ante el carbón.
“El cambio radical en la economía de las energías renovables” causará “grandes reducciones en la intensidad de carbón en el sector energético mundial”, escribió Morgan Stanley en un informe de investigación reciente.
La clave es que la tecnología solar se ha vuelto dramáticamente más barata, haciéndola competitiva en algunos mercados contra los combustibles fósiles. El precio de los paneles solares se ha reducido a la mitad en menos de dos años, estima Morgan Stanley.
El viento también se está volviendo más asequible. Los costos totales de la energía eólica en algunos países que tienen fuertes condiciones de viento pueden ser de un tercio a la mitad de costos que las plantas de carbón o de gas natural, dijo Morgan Stanley.
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Varios mercados importantes han alcanzado un “punto de inflexión en el que las energías renovables son la forma más barata de la nueva generación de energía”, escribió Morgan Stanley. Espera que la tendencia se extienda a “casi todos los países que cubrimos para 2020”.
La buena noticia para GE es que al menos parte de su vasto imperio se beneficiará del aumento de las energías renovables, especialmente la la eólica. GE tiene una división de energía renovable que genera alrededor de 9,000 millones de dólares en ventas anuales, principalmente a través de la venta de turbinas eólicas y sistemas de energía hidráulica.
GE ha enviado más de 30,000 aerogeneradores desde que ingresó al sector en 2002. En abril, GE completó la adquisición por 1,650 millones de dólares de LM Wind Power, un fabricante danés de palas de rotor. A principios de este mes, GE anunció la venta de 90 turbinas eólicas a Tailandia, lo cual marcó su mayor acuerdo de renovables en ese país.
El problema, para GE, es que su negocio de energía renovable es eclipsado por su negocio tradicional de energía, que ha generado casi cuatro veces más ingresos este año. Eso significa que es probable que las afectaciones energéticas continúen ensombreciendo el crecimiento de las energías renovables.
Alanna Petroff de CNNMoney contribuyó a este informe.