Bombardier le gana batalla arancelaria a Boeing y a Trump
La comisión estadounidense de comercio internacional (USITC por sus siglas en inglés) concluyó que los gravámenes aplicadas por Washington a los aviones CSeries de la canadiense Bombardier son injustificados, rechazando así la solicitud de Boeing apoyada por el Departamento de Comercio.
La USITC, una autoridad independiente, resolvió por unanimidad de cuatro votos que los industriales estadounidenses, en este caso el fabricante Boeing, no están afectados por el programa de su competidor canadiense.
En diciembre, el Departamento de Comercio estadounidense había estimado que esos aparatos de 100 a 150 asientos se benefician de subvenciones del gobierno canadiense y que son vendidos por debajo de su costo de fabricación. Había fijado entonces por una parte derechos compensatorios de 212.39% y por otro una tasa anti-dumping de 79.82%.
El constructor canadiense Bombardier proclamó su victoria inmediatamente después de la decisión de la USITC, y sus acciones, que depende financieramente de las ventas del avión, subían 15%, mientras que las de Boeing caían levemente.
"La decisión de hoy (viernes) es una victoria para la innovación, la competencia y la ley. Es también una victoria para las aerolíneas estadounidenses y la primacía de la ley", señaló Bombardier en un comunicado.
Boeing se declaró "decepcionado" de que la USITC no reconozca el perjuicio del que se considera víctima. Es inusual que esa alta autoridad no avale las decisiones del Departamento de Comercio estadounidense.
En su demanda, Boeing había estimado que Bombardier había vendido cada CS100 a 19.6 millones de dólares estadounidenses contra un costo de fabricación de 33.2 millones. A precio del catálogo 2017, el CS100 es cotizado a 79.5 millones de dólares cada uno. Sin embargo, el precio de catálogo no refleja jamás el precio pagado por las empresas que obtienen siempre importantes rebajas.
Bombardier alcanzó un acuerdo con el gigante europeo Airbus para que los aviones CSeries destinados al mercado estadounidense sean fabricados en una planta de Airbus en Alabama.
La canadiense espera así proteger una compra de la aerolínea estadounidense Delta de 75 aviones CSeries, amenazada por el recurso de Boeing.
El caso ha provocado tensiones comerciales entre Estados Unidos, Canadá y Reino Unido. Ottawa descartó el año pasado los planes para comprar 18 aviones de combate Super Hornet de Boeing.
Con información de AFP y Reuters