La industria vinícola busca aumentar 10% su superficie en 2018

El Consejo Mexicano Vitivinícola busca añadir para finales de este año entre 400 y 600 hectáreas a las 6,747 que hoy existen para la plantación de uvas de vino, lo que supone un 10% más, dijo este miércoles Gabriel Padilla, director del Consejo.

“La gran apuesta que tenemos con la Ley de Fomento Vitivinícola —que se aprobó a principios de mayo— y con la iniciativa privada es duplicar la superficie, para poder tener en unos 10 a 15 años entre 10,000 y 15,000 hectáreas adicionales, que nos darán una producción de entre 5 y 6 millones de hectáreas, y así crecer la participación en el mercado interno de un 29% actual hasta el 40% o 45%”, agregó Padilla en entrevista.

En los últimos cinco años, el consumo de vino en México ha aumentado de 450 a 950 mililitros per cápita. Sin embargo, el 70% del vino que se consume en México es importado.

Por ello, la industria nacional busca revertir la situación.

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“Sin duda, primero debemos abastecer el mercado nacional. Tenemos que empezar por ahí, y poner los ojos en mercados de exportación para empezar con los cimientos, pero en un mediano plazo tendremos actividades más enfocadas en el mercado internacional”, aseguró Daniel Milmo, presidente del Consejo Mexicano Vitivinícola y socio director de Casa Madero.

Una vez aprobada la Ley de Fomento del sector, la industria ahora debe de trabajar en lo que resta del año para instalar una Comisión Intersectorial con la Secretaría de Economía y la de Agricultura, para presentar un proyecto de reglamento de Ley. “El reto es que no sea una ley muerta”, comentó Padilla.

Medallas que abren puertas

El vino mexicano cada vez es más reconocido en distintas partes del mundo, como Europa, Norteamérica y Sudamérica. Pero aún necesita ser más competitivo en el mercado nacional.

Hoy existen entre 200 y 300 unidades económicas —entre proyectos de elaboración de vino, bodegas y comercializadores—, más de 2,900 productores y un inventario de más de 1,300 etiquetas de vinos mexicanos.

“Sin embargo, muchos mexicanos conocen un par de marcas, a lo mucho, y difícilmente podrán decirte 10”, comentó Padilla. “Tenemos que hacer que haya muchos festivales, muestras de vino mexicano, ser más accesibles en precios y hacer alianzas con el sector restaurantero. Y lo más importante, tenemos que hacer una apuesta por producir más vino mexicano y más inversión”.

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Mientras, a nivel internacional, las marcas mexicanas comienzan a tomar relevancia. En los últimos cinco años, han ganado más de 1,500 medallas en distintos festivales.

Este año, por ejemplo, participaron 160 etiquetas mexicanas en el Concurso Mundial de Bruselas, y obtuvieron 32 medallas: 28 de plata, cuatro de oro y una gran oro, algo inédito ya que normalmente participaban solo unas 30 bodegas al año.

"El 20% de los vinos que participaron resultaron con algún premio. Eso habla de que los productores mexicanos está haciendo esfuerzos por ofrecer productos de calidad. Lo anterior abre puertas al vino mexicano, porque hablando de buena calidad es más fácil que tengamos un cliente”, añadió Daniel Milmo.

ProMéxico ofrece a las empresas vitivinícolas un apoyo de promoción de entre 70,000 y 300,000 pesos para participar en ferias extranjeras, conocer nuevos mercados o incluso para generar su marca.

“Lo importante es posicionarlo como un vino de calidad y de nicho. En el extranjero siempre tenemos una ventana para colocar el vino mexicano, sobre todo con el tema de gastronomía. Sin embargo, estamos más orientados en promoción de tequila y mezcal, porque hay mayor oferta”, comentó Cesar Fragoso, de Proméxico.