Las principales aerolíneas de Estados Unidos y de la Unión Europea pidieron el martes a la Casa Blanca y a la comunidad de países de Europa que estudien la posibilidad de adoptar un programa de pruebas conjuntas de COVID-19, como una forma de permitir que la gente vuelva a viajar.
Las aerolíneas piden a EU y Europa adoptar un programa de pruebas de COVID-19
En una carta dirigida a Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, y a Ylva Johansson, comisaria europea de Asuntos Internos, los máximos responsables de American Airlines, United Airlines, Lufthansa e International Airlines Group solicitaron "la restauración segura y rápida de los viajes aéreos entre Estados Unidos y Europa".
Casi todos los europeos tienen actualmente prohibido viajar al país norteamericano y restricciones similares están en vigor para los estadounidenses que quieran viajar a la mayor parte de la Unión Europea.
United Airlines vive su peor trimestre
La pandemia del coronavirus sigue dejando estragos en las aerolíneas. Este martes, United Airlines anunció pérdidas de 1,637 millones de dólares durante el segundo trimestre del año.
La compañía redujo un 87 % sus ingresos operativos y "quemó" 40 millones de dólares al día debido al COVID-19, en el que considera el trimestre más difícil en sus 94 años de historia.
Esto incluyó tres millones de pagos por préstamos y otros gastos. La aerolínea calcula que esa cifra bajará a 25 millones diarios en el tercer trimestre de 2020, pese a que los pagos por gastos ascenderán a seis millones.
La tercera aerolínea de Estados Unidos, con sede en Atlanta, dijo en un comunicado que más de 6,000 empleados han optado por una excedencia pagada hasta finales de noviembre, días después de revelar que planteaba la suspensión temporal de 36,000 colaboradores, casi la mitad de su plantilla.
Se trata del trimestre "más difícil en sus 94 años de historia" debido a la grave caída de la demanda de vuelos causada por la crisis del coronavirus, aunque la firma espera mejorar durante los próximos tres meses y hacer "la quema de efectivo más baja entre las mayores aerolíneas".
El máximo ejecutivo de la firma, Scott Kirby, elogió el esfuerzo para "prever el impacto de la COVID-19 sobre la demanda de pasajeros y mercancías, adaptar adecuadamente la programación a esa demanda reducida, completar el mayor acuerdo de financiación de deuda de la historia de la aviación y recortar gastos".
Los resultados, divulgados tras el cierre de Wall Street, fueron bien recibidos por los inversores y sus acciones subían un 0.42 % en las operaciones electrónicas. Desde el comienzo del año, la compañía ha perdido un 62 % de su valor bursátil.