Pero los organismos empresariales y los congresistas estadounidenses han hecho diversos llamados al presidente Biden, para que su gobierno haga pública una postura y dialogue con el gobierno mexicano sobre la reforma que cambiaría la legislación emanada de la modificación a la constitución de 2013. Un día antes de la visita de Granholm, se hizo pública una carta de senadores demócratas en la que externaban su preocupación sobre lo que denominaron una “perjudicial agenda de combustibles fósiles” de México.
Las preocupaciones del mercado estadounidense se han versado en el aumento en el uso de los combustibles fósiles que plantea la reforma –al dar prioridad a las centrales de la estatal CFE– y en el protagonismo que asumirían las dos empresas estatales de energía, lo que para ellos va en contra de lo estipulado en el Tratado entre México Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que establece que ningún gobierno podrá dar privilegios a las empresas nacionales. Hasta ahora, no se ha presentado ningún reclamo a nivel internacional, pero los abogados del sector aseguran que algunas compañías ya han comenzado a explorar el camino para presentar un arbitraje ante cortes internacionales de aprobarse la iniciativa tal y como fue enviada por presidencia.
Ayer jueves, la representante estadounidense mantuvo dos reuniones privadas con autoridades mexicanas –incluido el presidente López Obrador y la secretaria Rocío Nahle–, de las que se dieron pocos detalles.
“Ayer tuvimos dos reuniones muy interesantes con la secretaria Granholm en la Secretaría de Energía, una reunión técnica de dos ministras de Energía [sobre] la política energética de cada país, tanto la de Estados Unidos como la de México, con un entendimiento, con unas exposiciones y con una invitación por supuesto a una innovación, a un trabajo conjunto, sobre todo a fortalecer a América del Norte (…). Posteriormente nos reunimos con el presidente Andrés Manuel López Obrador y me encantó la reunión porque hubo una interacción de bastante tiempo que generó el presidente para explicar la política energética de Mexico”, dijo Nahle esta mañana.
Los mensajes públicos se dieron dentro de un encuentro convocado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y enfocado en discutir el papel de la mujer dentro del mercado energético.
Hasta ahora, las conversaciones públicas entre los dos países se han dado en un tono amistoso y diplomático, pese a las distintas quejas del sector empresarial estadounidense y mexicano. Ken Salazar, el embajador de Estados Unidos en México y que en noviembre pasado se pronunció sobre la preocupación de la nación que representa, exaltó esta mañana la relación cordial que tienen ambos países. “Estamos aquí celebrando la grandeza de los Estados Unidos y la grandeza de México, y parte de ea grandeza es en cómo mantenemos un mundo con una energía limpia, accesible y en la relación entre Estados Unidos y México algo que es tan clave para el ahora y también para el futuro", dijo durante el evento.