"Teníamos que habernos sentado [para ver] cómo solucionamos los PIEs, cómo solucionamos los autoabastos, cómo entramos al mercado mayorista. Creo que todavía es viable poder transitar en soluciones y ojalá podamos juntarnos al cómo sí, en vez de estar cada quien poniendo posiciones que pudieran parecer encontradas. Esto es un asunto desde nuestro punto de vista, y lo vuelvo a reiterar, de costos, como se traduce en precios y de quien va a poner la lana en el futuro, la inversión", dijo el máximo representante de la cúpula empresarial.
Salazar apareció este miércoles en el parlamento abierto, después de que hace unas semanas algunos diputados reprocharan su ausencia en una mesa de debate en la que participó el director de la estatal, Manuel Bartlett. El representante del sector privado argumentó en esa ocasión que a última hora no le habían dejado participar de forma virtual en el debate.
El principal argumento del gobierno federal en contra de los autoabastos y los Productores Independientes se basa en que los contratos se pactaron con tarifas fijas de transporte. Lo que, según ha defendido la CFE, se ha traducido en pérdidas para la compañía nacional.
El establecimiento de estas tarifas fijas –indexadas a la inflación– se tomó como una medida para incentivar la construcción de nueva capacidad de generación e infraestructura de transporte, en un momento en que la estatal necesitaba garantizar cubrir la demanda de clientes industriales. La CFE aceptó establecer tarifas convenientes para el sector privado, a cambio de que éste desembolsará de su capital para la construcción de infraestructura que después le sería donada al Estado.
Pero casi 30 años después de que se concedieron los primeros contratos de este tipo, los autoabastos y los Productores Independientes de Energía se perfilan a convertirse en la moneda de negociación entre el sector empresarial y el gobierno federal. Salazar Lomelí ha dado a entender esta tarde que las compañías privadas estarían dispuestas a negociar los pagos por concepto de transporte que hacen a la empresa eléctrica nacional.
“Sí, podemos sentarnos en una mesa y arrancar con posiciones diferentes tratando de encontrar una solución. Es un problema de costos y tarifas, no es un problema de reformas legales y mucho menos de llevar a un cambio constitucional algo que podría arreglarse perfectamente entre los participantes y agentes económicos de un sector tan importante como es la energía eléctrica”, dijo en una discusión que se alargó por alrededor de cinco horas.
Durante el sexenio, el gobierno federal y la iniciativa privada ya han hecho negociaciones sobre temas álgidos del sector energético y contratos derivados del sexenio pasado. En 2019, durante los primeros meses del sexenio, la CFE mantuvo una mesa de negociación con el sector empresarial respecto a seis contratos para la construcción de gasoductos, que fueron considerados por el presidente López Obrador como “leoninos”.
“Si nos hubiéramos sentado la Comisión Federal con los privados hubiéramos llegado a soluciones como lo hicimos con otros casos en otros momentos”, dijo Salazar esta tarde.
“Toda la discusión que oigo aquí habla de qué las tarifas no son adecuadas y que no se ha cobrado. Queremos llevar un problema comercial de definición de tarifas y precios a un cambio constitucional. Señores diputados, creo que en esto hay que tener mucha responsabilidad, porque no merecemos los mexicanos otro cambio constitucional cuando podemos sentarnos a la mesa, en discusiones que no son sencillas”.