Los investigadores dirigidos por Itziar Irakulis, de la Universidad Politécnica de Valencia, calcularon que se liberaron unas 4,000 toneladas de metano durante ese periodo.
En esos días Pemex emitió una cantidad de metano equivalente a 3.37 millones de toneladas de dióxido de carbono o el 3% de las emisiones anuales de CO2 del país.
Los investigadores concluyeron que la fuga en el golfo de México se debió probablemente a "condiciones de proceso anormales en el sitio", como fallos de funcionamiento o problemas con los equipos.
Ni Pemex ni la Secretaría de Energía respondieron a las solicitudes de comentarios de parte de Reuters.
"Estas son las primeras detecciones realizadas desde satélites", dijo Irakulis a Reuters. "Sin el enfoque de monitoreo descrito en el documento, eventos similares permanecerían invisibles y sin explicación".
Las emisiones se produjeron cerca del estado mexicano Campeche, en el golfo de México, en el yacimiento Ku-Maloob-Zaap, que produce alrededor del 20% de la producción total de petróleo del país.
El metano es mucho más potente a la hora de atrapar el calor que el dióxido de carbono, pero sólo dura en la atmósfera alrededor de una década.
Otros satélites detectaron que una llamarada casi constante desapareció de repente el 8 de diciembre, y sólo se encendió esporádicamente durante el evento de "ultraemisión".