Su objetivo, de acuerdo con la solicitud, era comercializar productos que otras personas elaboraran bajo el nombre de esa marca. Preveía, además, tener tiendas al menudeo, mayoreo y virtuales; vender carne de cerdo, cecinas y de caza; quesos; adobos; salsas y condimentos; tortillas de maiz y harina; parrillas; jugos y bebidas alcohólicas; extractos, snacks y hasta cristalería.
El 25 de marzo, alguien más tuvo una idea similar.
Un hombre de la Ciudad de México solicitó también el registro de “Las Tlayudas del AIFA” como marca, solo que él buscaba poder abrir restaurantes de comida rápida y antojitos típicos de la capital del país y Oaxaca, con servicio a domicilio.
Ambos se quedarán con las ganas, pues el IMPI les notificó que la marca solicitada no puede ser registrada, ya que no se puede lucrar con el nombre del AIFA.
La notificación más reciente fue recibida el 4 de agosto, por lo que a más tardar los primeros días de octubre ambos deberán responder a la autoridad con sus motivos para hacerse del nombre. No obstante, para el IMPI existe el impedimento derivado de que la gente puede confundir esas marcas con el aeropuerto.
Las Tlayudas del AIFA, al menos como marca, no volarán.