La sanción, según las fuentes que pidieron no ser citadas, se deriva de una falta al plan de desarrollo que el regulador le aprobó a la estatal, en el cual se establecía que la petrolera aprovecharía el gas contenido en el activo. Pero Pemex ha instalado en el campo dos quemadores para dejar ir el gas que no ha podido o sabido aprovechar. Y de paso está enviando una gran cantidad de contaminantes a la atmósfera.
El regulador le aprobó en 2019 un plan en el que la estatal se comprometía a invertir en la construcción de ductos e instalaciones superficiales para comprimir y distribuir el gas, pero no lo ha cumplido. La compañía ha extraído el gas de Ixachi, pero una vez fuera no tiene la capacidad técnica para comercializarlo. “Lo que han hecho es seguir perforando pozos, sacar el condensado, que es lo que les está interesando ahorita y el gas, como no lo pueden distribuir, lo están quemando.
“Pemex tiene tanto interés en los líquidos (condensados) y el gas para ellos ahora mismo no es prioridad, y tan no es prioridad que lo están quemando”, dice un alto funcionario del gobierno federal con conocimiento del tema. El yacimiento contiene, además de gas, condensados dulces de muy alta calidad. “En resumen, Pemex está priorizando la extracción de los condensados, dejando escapar el gas y esto se está traduciendo en pérdidas millonarias, en pérdidas de las que Pemex no puede ni debe darse el lujo”, dice otra fuente involucrada en el proceso.
La compañía está quemando la mayoría del gas que extrae de Ixachi porque ha omitido invertir en la infraestructura que le permita aprovecharlo –reinyectarlo o distribuirlo para después ser utilizado en la producción de energía–, según la investigación realizada desde la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Los datos públicos del regulador no permiten conocer la cantidad de gas que Pemex ha desperdiciado la estatal. La compañía no respondió a una solicitud de comentarios.
El organismo ha omitido hacer pública la información; desde hace un par de años realiza todos los procedimientos de investigación y sanción a las compañías petroleras de manera privada.
Ixachi se alzó al inicio del sexenio como el campo promesa de Pemex. Se descubrió en el penúltimo año de la administración presidencial pasada, pero la actual lo retomó como una de sus cartas fuertes: es uno de los activos con los que conseguiría elevar la producción por encima de los 2 millones de barriles diarios. Pero la producción no ha resultado como lo esperaban.
Expertos dijeron a Reuters que cualquier hallazgo de irregularidades dificultará aún más la obtención de fondos por parte de la endeudada petrolera y alimentará tensiones con Estados Unidos.
La CNH también está planeando una segunda multa por varias otras violaciones en el campo de Quesqui, en el vecino estado Tabasco, dijeron las fuentes, pero se negaron a dar detalles para no poner en peligro el proceso legal.
Con información de Diana Nava y Reuters