Cuando esta noche termine el partido de la NFL en el Estadio Azteca, Justin Prettyman, director ejecutivo de la Fundación 49ers, habrá ganado cualquiera que sea el resultado. Claro que le importa mucho que San Francisco se anote una victoria ante su rival de división, los Cardenales de Arizona, pero el partido de este hombre y su equipo se juega en otra cancha.
Los 49ers quieren ganar en México dentro y fuera de la cancha
Desde 1991, la fundación ha trabajado con casi un millón de jóvenes del Área de la Bahía, que comprende las ciudades y zonas metropolitanas de San Francisco y Oakland, a través de programas de salud física y mental.
La idea es que los jóvenes se involucren en actividades deportivas, pero también educativas para reducir los riesgos a la salud y alejarlos de las adicciones y el crimen. Según Prettyman, la ‘chispa’ de quienes participan en su programa es la misma en Estados Unidos que en México.
“Son los mismos conceptos que se traducen a través de las culturas”, aseguró el directivo en entrevista. “Estar en México como equipo, pero también como fundación, es una gran oportunidad para extender nuestro trabajo”.
Prettyman usa para la entrevista una playera polo oficial del equipo y sonríe al llegar al restaurante donde horas más tarde habrá un evento con aficionados de los 49ers, uno de los equipos más populares en México.
Aunque frente a él acomodan sillas y llevan comida de un lado a otro, se concentra en dejar claro que la fundación que encabeza desde 2017 tiene la firme convicción de que a través del futbol americano se puede aleccionar sobre STEAM, acrónimo en inglés para ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas.
La semana pasada, la Fundación 49ers sostuvo actividades en México, similares a las que realiza en California, precisamente como un primer paso para dar algo de vuelta a la comunidad, un concepto que Prettyman repite constantemente a lo largo de la conversación como una especia de mantra.
“En dos días hubo más de 200 jóvenes”, dijo orgulloso de las actividades realizadas. “Es fomentar el movimiento, más que futbol, que sí hubo y nos divertimos, se trató de enseñarles a los jóvenes cómo mantenerse activos, vivir una vida sana”.
En el país líder global en diabetes infantil y uno con la mayor cantidad de enfermedades cardiovasculares, la actividad física se convierte en un factor de reducción de riesgo y es ahí donde la fundación quiere dejar huella.
“Es explicar por qué necesitas una dieta, mover tu cuerpo a diario, dejar los dispositivos electrónicos de vez en cuando”, afirmó. “Es ir con tus amigos y decirles: ¿vamos al parque a hacer lo que aprendimos con los 49ers?”.
Dos o tres días al año no es tiempo suficiente para tener impacto, eso lo reconoce el propio Prettyman y, por ello, asegura que el compromiso del equipo con México va más allá del partido contra los Cardenales.
“Siempre estamos en evolución, apenas se anunció este año que México era territorio oficial de los 49ers, así que estamos en la luna de miel, tratando de ver qué viene”, dijo. “Estamos tratando de entender los siguientes pasos”.
Lo cierto es que al equipo californiano México le interesa como mercado. Alex Chang, director de marketing de los 49ers aseguró en entrevista a la revista Expansión que después de Estados Unidos, el mexicano es su mercado más importante y en donde están las apuestas de mayor internacionalización. Desde la fundación el mensaje es el mismo.
Cada año, la Fundación 49ers destina alrededor de 8.5 millones de dólares para la implementación de sus programas, la mayoría de los cuales tienen qué ver más con la mentoría y la ayuda a centros comunitarios y organizaciones de jóvenes para que desarrollen ligas de futbol bandera (una modalidad de futbol americano sin contacto) y otras actividades.
Desde luego, explicó Prettyman, los esfuerzos se centran en las personas de menos recursos. El Área de la Bahía está catalogada como la más desigual en Estados Unidos, con algunos de los ingresos por familia más altos del país y, al mismo tiempo, el mayor número de personas sin hogar.
“En el Área de la Bahía, desafortunadamente, también está separada por los que tienen y los que tienen, es como en la Ciudad de México”, explicó. “Riqueza extrema y pobreza extrema, nuestro objetivo es recargarnos a las comunidades con menos recursos, alentando a los que sí tienen a que aporten. Los que tienen, que den un poco de vuelta para la comunidad”.
Aunque no hay un compromiso de recursos financieros, los 49ers y su fundación ven en México tierra fértil para una relación de largo plazo, no solo un noviazgo de una noche en el Estadio Azteca. Y el mensaje viene desde lo más alto de la dirección del equipo, pasando por los jugadores, de quienes Prettyman asegura están comprometidos en su totalidad con las actividades de la fundación.
Antes de partir, Prettyman toca madera cuando habla del Super Bowl y el ansiado campeonato que el equipo no acaricia desde principios de la década de los noventa. Para muchos, la ventana para un título de San Francisco sigue abierta, incluido este directivo que piensa en la cancha, pero su corazón está en otro lado también.
“Si no ganamos el Super Bowl, lo siguiente mejor es siempre, siempre, siempre dar más de nosotros a la comunidad” afirmó. “Lo más valioso es saber al final de la temporada que tuvimos un impacto”.