"El futuro"
Musk también mantuvo conversaciones con un alto funcionario de comercio, según CCTV, que publicó una foto suya en Diaoyutai, en Pekín, un lugar donde las autoridades chinas reciben a sus invitados.
"Es bueno ver que los vehículos eléctricos progresan en China", declaró, según medios afines al gobierno, añadiendo que "todos los coches serán eléctricos en el futuro".
Musk es una figura controvertida en el mundo occidental, sobre todo desde que compró la red social X, antes Twitter. Sin embargo, es admirado en China, donde los coches Tesla son populares entre las clases medias urbanas.
Su visita se produce en plena guerra de precios entre empresas del sector de los vehículos eléctricos, en el que China está bien posicionada. También coincide con el Salón del Automóvil de Beijing.
Tras haber criticado inicialmente los fabricantes chinos, Musk dio un giro y en 2024 declaró que eran "las compañías automovilísticas más competitivas del mundo".
En el último trimestre de 2023, el gigante automovilístico chino BYD superó provisionalmente a Tesla y se convirtió en el mayor vendedor de vehículos eléctricos del mundo, aunque la compañía de Musk volvió a ser líder en el primer trimestre de 2024.
"Última esperanza"
Pero el fabricante estadounidense también se encuentra en el ojo del huracán en China: en enero tuvo que retirar más de 1.6 millones de sus vehículos eléctricos por un problema de software.
En la red social Weibo surgieron todo tipo de especulaciones sobre las razones de la llegada de Musk a China.
El interés de Musk por el gigante asiático también suscitó interrogantes en Washington.
El presidente estadounidense, Joe Biden, declaró en noviembre de 2022 que los vínculos del multimillonario con ciertos países extranjeros "merecían" ser analizados.
El patrón de Tesla, SpaceX y X también alimento la controversia cuando sugirió que la isla autónoma de Taiwán debía ser parte de China continental. Una posición celebrada por Beijing, pero que provocó rechazo en Taipéi.