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AMLO: una relación de altibajos con empresarios

El presidente y los empresarios han tenido una relación que refleja su estilo de gobierno: directo, confrontativo, pero también capaz de buscar entendimientos.
mar 04 junio 2024 09:54 AM
Entre el amor y el odio: ¿Cómo fue la relación de AMLO con los empresarios?
Durante los casi seis años de gobierno de AMLO, su relación con los grandes empresarios ha sido de altibajos. Al inicio adoptó una postura desafiante hacia la élite empresarial, lo que generó tensiones y temores sobre el clima de negocios en México.

Desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia de México, su relación con el sector empresarial ha sido una montaña rusa. A diferencia de sus predecesores, el mandatario ha mantenido un vínculo mediático y, en muchos casos, ríspido con los líderes empresariales del país.

El 15 de noviembre de 2018, aún como presidente electo, López Obrador anunció la formación de un Consejo Asesor Empresarial que se reunió por primera vez en enero de 2019, en Palacio Nacional, con figuras como Carlos Hank González, de Grupo Financiero Banorte; Bernardo Gómez, de Grupo Televisa, y Ricardo Salinas Pliego, de Grupo Salinas, entre otros. La reunión generó expectativas de una colaboración fructífera, pero la luna de miel no duró mucho.

Desde el inicio de su administración, López Obrador tomó decisiones que enfrentaron duras críticas del sector privado. Por ejemplo, la cancelación de la planta cervecera de Constellation Brands en Baja California Norte. La decisión paralizó un proyecto con un avance del 70% y una inversión de 1,400 millones de dólares, lo cual fue visto como una señal de incertidumbre jurídica y un golpe a la inversión extranjera.

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No obstante, el presidente López Obrador ha cultivado relaciones cercanas con ciertos empresarios influyentes. Carlos Slim, el hombre más rico de México, ha mantenido una relación cordial y ha brindado apoyo discreto en varios proyectos de infraestructura. A Daniel Chávez, el fundador de Vidanta, lo ha descrito como un “amigo de larga data”, y su colaboración se ha evidenciado en proyectos turísticos y de desarrollo en el sureste mexicano. Asimismo, Miguel Rincón, CEO de Bio Pappel y compadre del presidente, ha permanecido como un aliado cercano y leal. Pero estas relaciones no han estado exentas de controversia.

“No hay conflicto de intereses”

En 2022, surgieron críticas sobre la relación entre Daniel Chávez y López Obrador, especialmente, después de que se revelara que el hijo mayor del presidente, José Ramón López Beltrán, trabaja como asesor legal en KEI Partners, una empresa de los hijos de Chávez, quien ha expandido su imperio a lo largo de la Riviera Maya, Riviera Nayarit y Los Cabos, con un enfoque en atraer turismo extranjero; mientras que en su rol como supervisor honorífico del Tren Maya, Chávez ha trabajado sin recibir compensación, según López Obrador.

Además, en 2021, donó 2,000 hectáreas para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) construyera una planta solar justo al lado de Vidanta Puerto Peñasco, el complejo más grande de Grupo Vidanta –8,417 hectáreas, según la empresa–. Chávez también es miembro del consejo asesor empresarial del presidente, quien dijo en una conferencia matutina, en febrero de 2022, en medio de la polémica generada por la relación que hay entre ambas familias, que Chávez “no cobraba” y que no había “ninguna relación de negocios”.

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Los desencuentros con Germán Larrea

Un año después, el presidente protagonizó una nueva polémica con el dueño de la segunda fortuna más grande de México: Germán Larrea. A principios de 2023, el director ejecutivo de Grupo México estaba en proceso de convertirse en el comprador del banco Citibanamex.

En ese contexto, el empresario se reunió con López Obrador, pero no se proporcionaron declaraciones ni detalles sobre la reunión. Sin embargo, la adquisición no se concretó. En mayo, se anunció que la venta de Citibanamex se llevaría a cabo mediante una oferta pública inicial.

Durante este periodo, las fuerzas armadas intervinieron las vías de Ferrosur en Veracruz, una subsidiaria de Grupo México Transportes, con el objetivo de incluir ese tramo en el trazo ferroviario en el istmo de Tehuantepec. Doce días después, se llegó a un acuerdo entre la administración federal y Larrea para evitar un mayor conflicto.

Sin embargo, el 1 de junio, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) informó que estaba investigando la posible realización de acuerdos anticompetitivos en el mercado cinematográfico, tras revelarse información sobre una promoción llamada Fiesta del Cine, durante la cual se ofrecieron boletos a un precio único considerablemente reducido. Pese a los altibajos, Larrea permanece como uno de los hombres más acaudalados del país.

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El cobro de impuestos

El más reciente desencuentro ha sido protagonizado por López Obrador y Ricardo Salinas Pliego, derivado de disputas relacionadas con el pago de impuestos. Esta situación ha generado una relación tensa y pública entre ambos, especialmente, en torno al adeudo de Totalplay al SAT por 1,700 millones de pesos del ejercicio fiscal de 2011.

Aunque la empresa obtuvo un amparo por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en marzo pasado, esta resolución ha provocado que el presidente exhiba públicamente las deudas fiscales de Salinas, incluso publicando los archivos fiscales de la compañía y de sus filiales.

En respuesta a este embate gubernamental, el empresario ha intentado contrarrestarlo a través de sus redes sociales y su cadena televisiva TV Azteca, pero las tensiones podrían intensificarse después de que TV Azteca enfrentara adeudos con acreedores de Estados Unidos, desencadenando un arbitraje internacional al que hará frente la Secretaría de Economía. En caso de perder, el gobierno mexicano deberá compensar a los acreedores.

A diferencia de su competidor, Emilio Azcárraga Jean, presidente del consejo de administración de Grupo Televisa, ha optado por mantener cierta distancia con el gobierno. En lugar de ello, ha dirigido sus esfuerzos hacia los negocios de telecomunicaciones, abordando los desafíos planteados por la digitalización y los nuevos hábitos de consumo.

Slim y el presidente

Carlos Slim ha mantenido una relación cordial con López Obrador, aunque en el pasado hubo discrepancias entre ambos. Una de ellas fue por la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), donde Slim tenía inversiones. Además, en torno a la asignación de contratos para construir gasoductos para la CFE, a los que López Obrador calificó como “leoninos”. Sin embargo, el magnate respondió que dichos contratos fueron resultado de una licitación pública internacional.

En marzo de 2019, el presidente invitó al magnate a una comida en Palacio Nacional, y, posteriormente, anunció que el empresario estaba “dispuesto” a respaldarlo, no solo en el ámbito empresarial, sino en los programas de bienestar. Desde entonces, la relación ha sido cordial e, incluso, fructífera. Slim pasó de ser un contratista que construía gasoductos a convertirse en uno de los socios del consorcio que desarrolla Zama, un yacimiento petrolero marino crucial considerado uno de los mayores descubrimientos de crudo en México bajo propiedad privada.

Pero el sector petrolero no es el único en el que el magnate podría prosperar. Desde hace años, la empresa de Slim ha expresado su interés en ofrecer servicios de televisión de paga, una ambición con la que no pierde la esperanza.

“Yo ya me voy a Palenque”

Durante los casi seis años de gobierno de AMLO, su relación con los grandes empresarios ha sido de altibajos. Al inicio adoptó una postura desafiante hacia la élite empresarial, acusándola de prácticas corruptas y de haber contribuido a la desigualdad del país. Este tono generó tensiones y temores sobre el clima de negocios en México.

Las reformas energéticas y las políticas de austeridad, entre otras medidas, fueron vistas con recelo por los inversionistas, lo que provocó fluctuaciones en los mercados y un ambiente de cautela. Sin embargo, a medida que López Obrador se aproxima al final de su administración, ha dejado atrás los reproches para agradecer el trato recibido.

Durante el segundo y último día de la 87 Convención Bancaria en Acapulco, López Obrador se despidió del sector bancario resaltando los logros financieros de su administración, además de agradecer el trato recibido y subrayó el récord de empleos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Me han tratado muy bien, con respeto, y han sido correspondidos; los he tratado también con respeto y he cumplido los compromisos que hice desde el inicio de mi gobierno”, dijo. El mandatario también aprovechó para despedirse y recordar que en cinco meses se retirará a su hacienda en Chiapas. “Les agradezco mucho, yo ya me voy a Palenque”.

Con información de Tzuara De Luna, Ana Luisa Gutiérrez, Nancy Malacara e Ivet Rodríguez.

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