“Siempre he dicho que la competencia es muy buena. ¿Por qué? Porque nos saca de nuestra zona de confort. Al entrar nuevos competidores, no solo debemos observar lo que están haciendo en términos de producto y precio, sino en servicio, garantías, distribución y comunicación. Esto nos permite estar no a la defensiva, sino a la ofensiva. Desde mi punto de vista, el único beneficiado es el cliente, porque, hoy en día, tiene muchas más opciones”, dice Barbeyto.
Incluso, algunos fabricantes tradicionales han reducido los precios de varios de sus modelos, con el objetivo de atraer a los consumidores con ofertas más accesibles. Volkswagen, por su parte, ha decidido ampliar su garantía de tres a cinco años por primera vez.
“Nosotros apostamos por la fiabilidad y calidad de nuestros productos, por ello, ofreceremos cinco años de garantía en nuestros productos a partir de los modelos 2025. Además, ofrecemos que durante tres años no se paga mantenimiento para algunos de nuestros modelos. Esto generalmente se ve en marcas de lujo, pero nosotros ahora lo tenemos también”, detalla Alfonso Chiquini, director de Marketing de Volkswagen de México.
Aunado a los ajustes en precios y garantías, al menos una decena de marcas han manifestado su intención de fortalecer su servicio posventa este año, ya que la falta de refacciones ha sido un problema persistente, especialmente, para las marcas chinas, y se ha convertido en su talón de Aquiles.
Los fabricantes tradicionales ven en este aspecto crítico una oportunidad de recuperar terreno. “La única manera de seguir adelante o, incluso, sobrevivir en una industria cada vez más competitiva es a través de la posventa. Esto incluye garantías, refacciones y reparaciones de vehículos, entre otros. El consumidor mexicano es muy exigente y, aunque puede ‘tropezar’ con la compra de algo nuevo, también es muy racional y piensa en el mediano y largo plazo”, agrega Barbeyto.
Al enfocarse en mejorar la disponibilidad y la eficiencia del servicio posventa, los fabricantes tradicionales esperan no únicamente retener a sus clientes actuales, sino atraer a nuevos compradores que buscan una experiencia de propiedad confiable y sin contratiempos. Sin embargo, las marcas chinas están dispuestas a dar la batalla.
Para Isidoro Massri, director de JAC en México, la clave del éxito en el mercado automotriz radica en la innovación y no en la cantidad de años que una marca tenga en el mercado. Massri destaca que la creciente competencia, con alrededor de 60 marcas, exige un esfuerzo por parte de las empresas para mantenerse relevantes.
“Definitivamente, hay muchos más competidores. Y eso me obliga a trabajar más duro, a poner estándares más altos, a ser más agresivo en el mercado y a ofrecer el producto correcto al precio correcto”, afirma Massri.
Según él, no basta con observar pasivamente las nuevas tendencias, sino también reaccionar rápidamente a las necesidades del consumidor mexicano. “Todo lo que está sucediendo está reconfigurando el mercado automotriz en México y el que mejor se posicionará no será el más grande ni el de más años, sino el que reaccione más rápido a lo que el mercado mexicano necesite”, concluye Massri.
De acuerdo con Argus Media, los autos de manufactura china captaron una cuota de mercado del 30% en México del total de autos fabricados en el extranjero durante 2023, con 273,592 vehículos, comparado con una participación del 25% en 2022. Esa cuota se mantuvo incluso en enero y febrero de este año, con el 30% o 45,719 unidades.