“(El nombramiento) manda el mensaje que ganó el pragmatismo sobre la ideología y eso creo que es muy positivo para el sector energético”, dice Oscar Ocampo, del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO). “Obviamente va a depender mucho de a quién se nombre en Pemex y en la CFE, pero de entrada es un buen mensaje y también es un mensaje que adelanta un cambio de rumbo en la política energética y eso es más que bienvenido”.
Los analistas del sector temían el nombramiento de un perfil más político que técnico –como el de Rocío Nahle– en la dependencia que dirige el sector energético, que durante el último sexenio ha priorizado sin autocrítica el apoyo a las estatales CFE y Pemex. Ahora la duda radica en la aparente poca experiencia que tiene González Escobar en el mercado y su conocimiento técnico en dos industrias tan complejas, como el petróleo y la electricidad.
“Yo veo un guiño a la sustentabilidad, ya veremos lo que hace estando ahí (en el puesto) pero, no prende alarmas”, comparte Viviana Patiño, investigadora de México Evalúa.
Sheinbaum ha defendido el perfil de la economista, citando la experiencia de Gonzalez Escobar en la Secretaría de Administración y Finanzas de la Ciudad de México y lo ha puesto de ejemplo como una muestra de las habilidades que la nueva secretaria podría mostrar en su nuevo puesto, ante una estatal petrolera que ha reducido marginalmente su deuda y enfrenta grandes dudas en su plan de negocios desde el sector financiero y el mercado.
Gonzalez Escobar, según el currículum leído esta mañana por la virtual presidenta electa, incluye ser egresada del programa “Liderazgo para el medio ambiente y desarrollo” del Colegio de México, tener un diplomado en desarrollo sustentable por la Universidad Iberoamericana y haber sido asesora del Instituto Nacional de Ecología. También, dijo Sheinbaum, fue parte del frente que coordinó el proyecto de paneles fotovoltaicos en la central de abastos de la Ciudad de México.
“Un perfil financiero nos habla mucho de que se será muy cuidadoso con todos los aspectos financieros, lo cual me parece una decisión muy prudente. Además, tiene un bagaje en temas ambientales lo cual es congruente con lo que se dijo a lo largo la campaña, de potenciar la transición energética y combatir al cambio climático. Y creo que también va a ser muy importante el nombramiento de los subsecretarios y subsecretarias”, dice Julia González, una abogada experta en materia energética en el despacho González Calvillo.
El reto financiero de González Escobar será mucho más grande que el que enfrentó en la Ciudad de México. El gobierno de Claudia Sheinbaum se ha comprometido a continuar el legado del obradorismo en cuanto al “rescate” de Petróleos Mexicanos, lo que incluye continuar gestionando recursos desde Hacienda para pagar pasivos y amortizaciones de la petrolera y echar a andar la refinería Dos Bocas.
“El perfil financiero es una señal de que hay preocupación fuerte por el desempeño. A Luz Elena González le tocaría absorber también las tareas de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía –si estas desaparecen–, y la extinción del régimen especial de empresas productivas del Estado. Me preocupa que se tarden en el nombramiento de Pemex y CFE y que eso se empiece a percibir como nombramientos que sí enciendan alarmas y me parece que dar la información a cuentagotas en ese sentido puede sembrar incertidumbre sobre falta de cohesión o determinación en la visión a seguir para la política energética”, dice Ana Lilia Moreno, la coordinadora del Programa de Competencia y Regulación de México Evalúa.
“Si en la Secretaría de Energía ponen a un perfil moderado –como el de Luz Elena González– pero las empresas productivas del Estado van por otro camino, se seguiría con las señales de que Pemex y CFE, son los operadores energéticos de sus decisiones centralizadas”, completa Patiño, también de México Evalúa. “Las cabezas de Pemex y CFE van a dar mucha más luz en cuanto al rumbo que seguirá Claudia Sheinbaum en energía”.