Winterkorn fue a juicio el martes, nueve años después de que el fabricante Volkswagen reconociera haber manipulado 11 millones de vehículos de diésel en todo el mundo, para que mostraran niveles de contaminación en las emisiones de óxido de nitrógeno inferiores a los reales.
Se le había intentado juzgar en otras ocasiones pero no se pudo debido a sus problemas de salud.
Winterkorn se enfrenta a cargos de fraude por el uso del software que permitió dicha manipulación, y podría ser condenado a una pena de hasta diez años de cárcel. El exdirectivo niega todas las acusaciones.
En una larga declaración, el acusado argumentó que en tanto que tenía muchas responsabilidades y estaba lejos de los mecanismos de decisión más detallados.
Winterkorn admitió que, como era el presidente de la casa cuando estalló el escándalo, probablemente siempre esté "vinculado estrechamente" al "dieselgate".
Pero añadió: "Yo no estuve involucrado en las decisiones sobre el desarrollo y el uso de ese software irregular en los nuevos motores diésel de VW".
Winterkorn fue CEO de Volkswagen de 2007 a 2015, y dimitió poco después de que estallara el escándalo.
Este miércoles, defendió firmemente su labor al frente del primer fabricante de automóviles de Europa, asegurando que durante su etapa los beneficios casi se quintuplicaron y que la plantilla del grupo casi se duplicó, superando los 600.000 trabajadores.
"He dedicado casi toda mi vida profesional al grupo Volkswagen y durante décadas he intentado desarrollar buenos coches y venderlos a los clientes a un precio justo", dijo.
- "No soy un desarrollador de motores"-
Winterkorn está acusado de haber permitido la venta de vehículos equipados con software falso, a pesar de que sabía de su existencia. Pero este miércoles reiteró que esas acusaciones "no son correctas".
"Yo no soy desarrollador de motores, yo no soy especialista en control de emisiones y yo no soy un experto en software", insistió.
El supuesto fraude tuvo lugar entre 2006 y 2015 y afectó millones de vehículos, con daños estimados en varios cientos de millones de euros.
La acusación afirma que Winterkorn tenía conocimiento "a más tardar en mayo de 2014" del fraude. Además, habría autorizado a sabiendas la difusión de anuncios promocionando automóviles como "ecológicos" para generar ganancias significativas.
También se le acusa de no informar deliberadamente al mercado de los riesgos financieros asociados al fraude.
Desde 2015, la compañía ha tenido que pagar cerca de 30,000 millones de euros (unos 33,000 millones de dólares) en reembolsos, compensaciones y costos legales, principalmente en Estados Unidos, donde el grupo se declaró culpable de fraude y obstrucción a la justicia.