Problemas técnicos en aeronaves
Uno de los principales motivos de esta caída es el impacto de las revisiones preventivas de los motores A320neo y A321neo fabricados por Pratt & Whitney, un tema que ha afectado especialmente a aerolíneas como Volaris y VivaAerobus. De acuerdo con GAP, este problema técnico alcanzó su punto más crítico durante el trimestre, contribuyendo a una disminución del 5.7% en su tráfico de pasajeros.
La situación se agrava con los retrasos en las entregas de nuevas aeronaves, como las de Boeing, lo que reduce la capacidad operativa y afecta la programación de asientos en rutas clave. Según Francisco Madrid, director del Sustainable Tourism Advanced Research Center, este es uno de los principales retos a corto plazo que enfrenta la industria, especialmente en el ámbito internacional, donde la falta de asientos limita la recuperación del sector.
“Fatiga de los destinos” y falta de promoción turística
Otro factor relevante es el fenómeno de la “fatiga de los destinos”. Tras la pandemia, México fue un destino prioritario para muchos turistas internacionales, pero ahora, con el regreso a la normalidad y el incremento de opciones globales, algunos viajeros han optado por explorar otros países. Esto, sumado a una falta de inversión en promoción turística, está permitiendo que otros mercados ganen terreno frente a México.
En el mercado nacional, esta tendencia se refleja en un menor interés por destinos que algunos viajeros consideran rutinarios, lo que también ha contribuido a la caída en el número de pasajeros.
Inseguridad y percepción de riesgo
La inseguridad es otro elemento clave que afecta el flujo turístico en México. OMA destacó en su reporte financiero que la “alta incidencia del crimen”, incluyendo extorsión y narcotráfico, podría tener efectos adversos en el tráfico de pasajeros. Las advertencias de viaje emitidas por el Departamento de Estado de Estados Unidos, que desaconsejan visitar estados como Guerrero, Michoacán y Zacatecas, refuerzan esta percepción negativa.
Ejemplos recientes ilustran el impacto directo de la inseguridad en la actividad aeroportuaria. En Culiacán, las operaciones se vieron afectadas por un conflicto violento tras la captura de un líder del narcotráfico, lo que contribuyó a una caída del 20.7% en el tráfico en rutas clave. Por su parte, eventos climáticos extremos, como el Huracán Otis en Acapulco, también han agravado la situación, con una disminución del 42.5% en el tráfico de pasajeros en esa terminal.
A pesar de estas adversidades, especialistas como Francisco Madrid subrayan que millones de turistas siguen llegando a los principales destinos del país. Sin embargo, se requieren medidas inmediatas para contrarrestar la falta de asientos en vuelos internacionales, así como esfuerzos conjuntos entre el sector público y privado para fortalecer la promoción turística y abordar la inseguridad de manera efectiva.