Los sistemas de almacenamiento permiten aprovechar las tarifas horarias de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Durante las horas de menor demanda, los usuarios cargan las baterías con energía más barata para usarla en horarios pico, cuando los costos se disparan. “Esto nos permite gestionar de manera más eficiente la energía que consumimos, generando un ahorro económico significativo”, señaló Ríos.
Un ejemplo del potencial de estas tecnologías es el sistema más grande de almacenamiento en Latinoamérica, instalado por Quartux en un hotel de la Riviera Maya, con una capacidad de 25 MW.
Ríos explica que el sector hotelero ve una ventaja en estas soluciones, ya que las construcciones verticales de los hoteles limitan la instalación de paneles solares, haciendo de las baterías de litio una alternativa más viable.
Este sistema permite reducir costos durante las dos horas críticas del día, generalmente entre las 6:00 p.m. y las 10:00 p.m., dependiendo de la región.
Un mercado en crecimiento
Aunque la adopción de estas tecnologías en México aún es incipiente, con solo el 0.6% de los usuarios potenciales implementándolas, el crecimiento es notable. Durante 2024, las instalaciones de Quartux aumentaron un 120% respecto al año anterior, y se proyecta un crecimiento del 200% para 2025.
Sectores como el textil, plástico y cementero también están adoptando estas tecnologías para reducir costos y mitigar riesgos relacionados con fallos en la red eléctrica.
Estas baterías son adquiridas por Quartux directamente de la china CATL (Contemporary Amperex Technology Co., Limited), el mayor fabricante de baterías de litio del mundo.
Un desafío importante es la disponibilidad de litio, considerando la creciente demanda global de dispositivos electrónicos, vehículos eléctricos y soluciones de almacenamiento. No obstante, Quartux asegura que están abiertos a explorar alternativas tecnológicas más allá del litio.
"El litio es actualmente la opción más rentable, pero existen otras tecnologías, como baterías de magnesio o níquel-cadmio, que podrían desarrollarse conforme madure el mercado”, detalló Ríos.
Asimismo, la empresa se asegura de que las baterías tengan un manejo adecuado al final de su vida útil, que en promedio es de 20 años. “Trabajamos con organismos especializados que reciclan hasta el 80% de los materiales, dándoles una segunda vida”, afirmó.
La saturación de la red eléctrica en México y las olas de calor han puesto en evidencia la necesidad de soluciones robustas. “En el horario crítico, la red no tiene suficiente capacidad para cubrir la demanda de todos los usuarios. Nosotros nos enfocamos en el 20% que consume el 80% de la energía, ayudando a desestresar la red eléctrica”, concluyó Ríos.