Nuevos proyectos y expansión de la capacidad de generación
El plan contempla la incorporación de 21,846 MW al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en los próximos cinco años. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) jugará un papel central, con 13,024 MW en proyectos propios y una sinergia con Pemex para desarrollar 2,422 MW en centrales de cogeneración. En paralelo, el sector privado contribuirá con al menos 6,400 MW adicionales de generación limpia.
Entre las principales tecnologías a desarrollar destacan:
- Energía eólica: 2,470 MW en siete proyectos (2027-2028).
- Energía solar fotovoltaica: 4,673 MW en nueve proyectos (2027-2028).
- Ciclos combinados: 3,425 MW en cinco proyectos (2028-2029).
- Sistemas de almacenamiento con baterías: 2,216 MW (2027-2030).
- Cogeneración con Pemex: 2,422 MW en tres refinerías (2029-2030).
El documento señala que, con estas adiciones, se espera que la participación de energías limpias en la matriz energética nacional alcance el 38% del total generado, reduciendo las emisiones de CO2 en un 4.5%.
Sinergias estratégicas y modernización del sistema eléctrico
El plan no solo busca incrementar la capacidad de generación, sino también mejorar la infraestructura de transmisión y distribución para garantizar la confiabilidad del sistema. Para ello, la CFE ha definido 145 proyectos de transmisión, con una inversión de 112,133 millones de pesos. Estas iniciativas incluyen:
- 80 proyectos en marcha para fortalecer la Red Nacional de Transmisión (RNT).
- 65 proyectos adicionales programados a partir de 2025.
En el ámbito de distribución, se destinarán 3,600 millones de dólares para la electrificación de comunidades que aún carecen de acceso a la red, con el objetivo de alcanzar un 99.99% de cobertura nacional para 2030.
¿Un sistema eléctrico más sostenible y resiliente?
El desafío de fortalecer el sistema eléctrico no solo responde a las necesidades de crecimiento económico, sino también a fenómenos climáticos cada vez más extremos. Las recientes olas de calor han puesto a prueba la infraestructura existente, evidenciando la urgencia de contar con una red más robusta y flexible.
El reto inmediato es acelerar la incorporación de energías renovables sin comprometer la estabilidad del sistema. La intermitencia de fuentes como la solar y la eólica exige inversiones en almacenamiento con baterías y una modernización de la red de transmisión para garantizar el equilibrio entre oferta y demanda.
Asimismo, el sector privado tendrá un papel clave en la transición energética. La inversión en generación limpia y la sinergia con la CFE permitirán diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.