Para fortalecer su posición en este segmento de alta competencia, Mazda incorporó para el año modelo 2025 la versión de entrada denominada “i”, con un precio de 441,900 pesos, que podría atraer a clientes de modelos como Nissan Kicks o Volkswagen Taos. Para reducir costos, esta variante elimina elementos como quemacocos, cargador inalámbrico, llave inteligente, aire acondicionado automático, sensor de reversa y ajuste eléctrico del asiento del conductor.
A pesar de estos ajustes, la CX-30 i mantendrá elementos que resultan claves para los consumidores mexicanos como una pantalla de 10 pulgadas con Android Auto y Apple CarPlay inalámbrico, sensor de lluvia, cámara de reversa, siete bolsas de aire, freno de estacionamiento eléctrico, encendido por botón y control de velocidad crucero.
Vender más en México
La estrategia de versiones de entrada tiene un doble propósito: atraer nuevos clientes y aumentar el volumen de producción destinada al mercado interno. Actualmente, alrededor del 60% de la producción de CX-30 en la planta de Salamanca se exporta a Estados Unidos. Con esta nueva versión, la compañía espera incrementar la oferta para consumidores mexicanos.
“Nosotros lo que queremos es tener otras versiones para captar más volumen. ¿Por qué no, en lugar de que la CX-30 sea el producto 7 o 6 de su segmento, llegar al 5 o al 4?”, planteó el presidente de Mazda en México.
Esta iniciativa también se alinea con la estrategia de diversificación de exportaciones de la marca, que busca reducir la dependencia del mercado estadounidense. Mazda ha explorado nuevos destinos como Brasil y Argentina, con el objetivo de ampliar sus oportunidades de negocio.
Mazda cerró 2024 con cerca de 100,000 unidades vendidas en el país y su meta para 2025 es mantener o incluso superar ese volumen. “Si la industria va a crecer un 5% este año y queremos mantener nuestro 6.7% de participación en el mercado, eso significa que debemos vender más de 100,000 unidades”, detalló Barbeyto.
Uno de los mayores desafíos para la marca es lograr este crecimiento sin afectar la satisfacción del cliente. “El reto importante de este año es mantener las 100,000 unidades vendidas, pero sin sacrificar la satisfacción del cliente, que siempre ha sido nuestra prioridad”, aseguró el ejecutivo.
Para sostener su expansión, Mazda está reforzando su infraestructura de postventa. Actualmente, cuenta con 73 distribuidoras y planea expandirse a 85, además de aumentar sus centros de colisión de 13 a 25. “Toda la inversión está enfocada en postventa, porque es el reto más fuerte cuando una industria crece”, explicó Barbeyto.
La competencia en el sector automotriz mexicano sigue en aumento, con 83 marcas activas y más en camino. “Hay más de 2,500 productos en el mercado. La clave para diferenciarse y retener clientes no solo está en el producto, sino en ofrecer un servicio postventa que haga la diferencia”, afirmó el directivo.