El gigante de los vehículos eléctricos, que se ha hecho famoso por romper las normas de costos del sector, tiene previsto construir más de 4,000 unidades de carga ultrarrápida para que esta tecnología esté disponible a lo largo de toda China.
La empresa no especificó el plazo ni cuánto invertiría en la construcción de estas instalaciones.
Los coches propulsados por la superplataforma electrónica, con velocidades de carga máximas de 1,000 kilovatios pueden recorrer unos 400 kilómetros con una carga de cinco minutos, según declaró su fundador, Wang Chuanfu, en un acto retransmitido en directo desde la sede de la empresa en Shenzhen.
Tesla vs. BYD
Para poner esto en perspectiva, actualmente, los superchargers de Tesla permiten cargar hasta 320 kilómetros en 15 minutos. La empresa de Elon Musk tiene alrededor de 60,000 superchargers ubicados en las principales rutas de todo el mundo.
El tiempo de carga y el kilometraje de autonomía son considerados factores determinantes en la competencia entre los fabricantes de EV, y no solo eso, también pueden convencer a los consumidores que todavía están dudando entre un automóvil de combustión interna y uno eléctrico.
Otros rivales como Mercedez Benz tampoco la tienen fácil frente a la competencia de BYD. Recientemente presentó su sedán compacto CLA, totalmente eléctrico, y que puede cargarse hasta 325 kilómetros en 10 minutos en una estación de carga rápida.
BMW también prometió una mejora en su sistema de recarga de batería, pero alcanzaría a lo mucho 300 km con una recarga de 10 minutos.
El rival más cercano para BYD, de hecho, es otra empresa china. El fabricante de baterías CATL presentó una batería capaz de cargar 1 kilómetro de autonomía por segundo, o 600 km por cada 10 minutos de carga.
De acuerdo con Goldman Sachs, la Super e-Platform es altamente competitiva no solo porque ofrece una carga muy rápida, sino también una descarga eficiente que permite una aceleración de 0 a 100km por hora en menos de tres segundos.
En lo que va del año, las acciones de BYD han subido alrededor de 55%, en comparación con el desplome de casi 40% de las acciones de Tesla, en el mismo periodo.