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No todo son montañas rusas y Six Flags apuesta por diversificar con espectáculos

La industria de parques de diversiones crece gracias a la combinación de atracciones, espectáculos y oferta gastronómica, enfocada en turistas y familias. Six Flags sigue esta tendencia.
mié 19 marzo 2025 08:23 AM
Del Reino Aventura a la modernidad: la evolución de Six Flags México
Six Flags se alinea con esta tendencia. El parque mantiene un modelo de negocio basado en la diversificación de la oferta.

Six Flags México es un portal al pasado y, al mismo tiempo, una apuesta por el futuro. Desde su transformación en el 2000, cuando dejó de ser Reino Aventura, el parque preserva la esencia de su estructura original que data de más de cuatro décadas, mientras integra avances para mantenerse competitivo en la industria del entretenimiento.

Con excepción de opciones más pequeñas, como ferias y parques temáticos de menor escala, no hay un rival directo que dispute el mercado a gran escala en el que habita Six Flags. En un sector con escasa competencia y altas barreras de entrada, el éxito está en la evolución interna.

Las calles del parque todavía llevan a los visitantes a pueblos temáticos de inspiración francesa, vaquera, suiza y polinesia, pero la modernización es evidente. Montañas rusas de última generación conviven con clásicos como el carrusel y las sillas voladoras.

Para Trent Turner, vicepresidente global de marketing de Six Flags, la estrategia es clara: crear recuerdos y experiencias que trascienden generaciones. Y las ideas para las novedades vienen desde dentro.

“Tenemos mucho personal que trabaja en Six Flags que tiene ideas frescas y que crean experiencias inmersivas”, señala.

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Desde su llegada a México, Six Flags operó bajo el respaldo de la estadounidense Premiere Parks, que adquirió el parque en 1999 e invirtió 40 millones de dólares en su remodelación. En la actualidad, la empresa no revela cifras específicas de ingresos para su operación en México, pero a nivel global, Six Flags Entertainment reporta ingresos por 687 millones de dólares, de los cuales 324 millones provienen de sus parques.

Mas allá de las montañas rusas

Reino Aventura abrió sus puertas en marzo de 1982, con la promesa de ser el parque de diversiones más grande de América Latina. Con atracciones icónicas como la Casa de los Espejos y los carritos chocones, el parque marcó generaciones. La primera gran remodelación llegó en 1992, con la incorporación de nuevas experiencias como la canoa Krakatoa y el Río Salvaje, este último aún funcional.

Hoy, el parque capitaliza la nostalgia de los visitantes que crecieron con Reino Aventura, el nombre con el que operó hasta finales de los años 90. La entrada principal conserva los enormes arcos que en su momento adornaron imágenes de Keiko, la orca que fue la principal atracción del parque varios años. Si bien el espectáculo marino quedó en el pasado, la esencia de esa época se mantiene en el diseño y la distribución del parque.

El valor de mercado global de los parques de diversiones alcanzará los 80,510 millones de dólares en 2025 y se estima que llegará a los 101,200 millones para 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta de 4.68%, según datos de la consultora Mordor Intelligence.

La firma resalta que el crecimiento del sector se basa en la combinación de atracciones, espectáculos y ofertas gastronómicas y de productos exclusivos, con un enfoque particular en atraer a turistas y familias con niños.

Six Flags se alinea con esta tendencia. El parque mantiene un modelo de negocio basado en la diversificación de la oferta. No basta con grandes montañas rusas y la empresa encuentra en los festivales de temporada una vía para atraer visitantes durante todo el año. Halloween, Navidad y el verano son clave para la operación.

"Queremos que la gente venga en el verano a un evento y meses después a otro en Halloween, que son experiencias inmersivas diferentes. Eso da valor a nuestros consumidores”, explica Turner.

La compañía también integró shows de acrobacias y espectáculos de drones.

El mayor desafío para innovar en nuevos espectáculos y experiencias es la infraestructura fija del parque. A diferencia de otros negocios, las atracciones no pueden moverse ni reemplazarse con facilidad. Esto llevó a la empresa a reutilizar espacios que antes ocuparon experiencias descontinuadas. La antigua Casa de la Risa, por ejemplo, ahora alberga una cafetería, mientras que otras áreas se transformaron en tiendas de mercancía oficial y restaurantes de cadenas internacionales.

Una pequeña ciudad

Desde el punto de vista de la operación, Six Flags México funciona como una pequeña ciudad, con una estructura que requiere la coordinación de múltiples áreas, desde marketing y finanzas hasta alimentos y bebidas. “Las inversiones se determinan de acuerdo con el desempeño de los parques”, explica Turner, sin dar detalles sobre futuros proyectos.

El parque apuesta también por la integración de marcas y licencias de alto impacto. DC Comics, subsidiaria de Warner Bros., se convirtió en un socio clave en esta estrategia. Actualmente, las atracciones más populares del parque están inspiradas en personajes como Batman y Superman, lo que permite conectar con nuevas generaciones.

En términos de rentabilidad, la compañía encuentra en la venta de experiencias un negocio en crecimiento. Más allá del acceso al parque, los visitantes pueden pagar por accesos preferenciales, experiencias VIP y souvenirs exclusivos, lo que representa una fuente de ingresos adicional.

El crecimiento del parque también depende de su estrategia de alianzas comerciales. Además de las licencias con Warner Bros., Six Flags integra marcas globales en su oferta gastronómica y de retail.

En México, Grand View Research estima que el mercado alcanzará ingresos de 3,171 millones de dólares para 2030, frente a los 2,735 millones registrados en 2024, una tasa de crecimiento anual compuesta del 2.2%.

Entre enero y septiembre de 2024, la industria de artes, entretenimiento y recreación atrajo 58.5 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED) y contribuyó con 164,000 millones de pesos al Producto Interno Bruto, según datos de la Secretaría de Economía.

El mensaje desde el corporativo es claro: el parque no solo busca celebrar sus primeros 25 años bajo la marca Six Flags y ya se prepara para el próximo cuarto de siglo, con emociones más diversificadas.

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