La expansión de los envíos ocurre en paralelo a una caída marcada en las exportaciones globales de Pemex, particularmente hacia Estados Unidos, su principal cliente. En enero de 2025, las ventas al exterior se desplomaron 44% interanual, hasta 532,404 bpd, el nivel más bajo en décadas.
La imposición de aranceles al crudo por parte del gobierno de Donald Trump ha sido un factor determinante. Aunque México sigue siendo uno de los mayores proveedores de petróleo a Estados Unidos junto con Canadá, el nuevo entorno comercial ha afectado la competitividad del crudo mexicano, especialmente el Maya, que representa el grueso de sus exportaciones.
“Pemex destina el 80% de sus exportaciones a Estados Unidos, que a su vez absorbe el 75% del crudo Maya”, reconoció la petrolera. Ante los aranceles, la empresa ha iniciado conversaciones con empresas de Asia y Europa, incluyendo China, para diversificar sus destinos. “Hay un creciente interés por el crudo mexicano en Asia”, confirmó una fuente del gobierno federal.
El problema no es sólo externo. Pemex también enfrenta dificultades internas, con una caída de 11% en su producción de crudo y condensados durante el último año. La mayoría de sus yacimientos en el Golfo de México muestran signos de agotamiento, y la calidad del crudo ha dificultado su colocación en el mercado internacional.
A pesar de estos retos, Pemex mantiene operaciones con altos niveles de endeudamiento. Su deuda financiera supera los 101,000 millones de dólares, a lo que se suman cerca de 20,000 millones de dólares en compromisos con proveedores. Esta situación limita su margen de maniobra en un entorno de precios volátiles y nuevas barreras comerciales.
Sobre las ventas a Cuba, Pemex aclaró en su reporte que los contratos están “denominados en pesos a las tasas vigentes del mercado” y aseguró que “se realizan de conformidad con la legislación aplicable”. No obstante, persisten dudas sobre si se otorgan condiciones preferenciales a la isla.
La petrolera mexicana no respondió de inmediato a solicitudes de información sobre si las exportaciones a Cuba han continuado durante 2025, ni sobre si los volúmenes se han incrementado o reducido. Tampoco detalló si existe algún tratamiento fiscal o crediticio especial para estas operaciones.
Mientras tanto, Cuba atraviesa una de sus peores crisis energéticas en décadas. La debilidad de su red eléctrica ha provocado apagones prolongados y frecuentes, lo que ha incrementado su dependencia de aliados regionales como México para abastecerse de combustibles.
Las exportaciones de Pemex a Cuba han generado críticas en algunos sectores, tanto por la opacidad en los términos de pago como por la prioridad dada a un país extranjero en momentos en que México enfrenta restricciones en el abasto interno de gasolinas y diésel en algunas regiones.
No obstante, el gobierno mexicano ha defendido los envíos como parte de una estrategia de cooperación energética regional. Aunque no los cataloga formalmente como donativos, las condiciones de venta aún no han sido completamente transparentadas.
Con información de Reuters