El anuncio fue bien recibido por la Casa Blanca, que en meses recientes ha intensificado los aranceles a vehículos importados como medida para incentivar la relocalización de inversiones. “Ningún presidente ha mostrado mayor interés en revivir la otrora poderosa industria automotriz estadounidense que el presidente Trump, y el anuncio de inversión de GM se suma a compromisos históricos por billones de dólares para fabricar en América”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai.
Según fuentes citadas por Reuters, la directora ejecutiva de GM, Mary Barra, se reunió en marzo con el presidente Donald Trump y le planteó la necesidad de aliviar las regulaciones de emisiones de California y los estándares federales de eficiencia de combustible como condición para expandir la producción en territorio estadounidense. Trump firmará esta semana una ley que revoca las reglas de California que exigían la venta exclusiva de vehículos cero emisiones a partir de 2035.
Uno de los cambios clave se dará en la planta de Fairfax, Kansas, donde GM ensamblará el modelo eléctrico Chevrolet Bolt a finales de este año, y a partir de mediados de 2027 también fabricará el Chevrolet Equinox con motor a gasolina. “Esperamos realizar nuevas inversiones futuras en Fairfax para la próxima generación de vehículos eléctricos asequibles de GM”, señaló la compañía en un comunicado.
En paralelo, la planta de Spring Hill, Tennessee, ampliará su portafolio de producción al sumar el Chevrolet Blazer a gasolina en 2027. Este modelo se fabricará junto a las SUV eléctricas Cadillac Lyriq y Vistiq, así como el Cadillac XT5 a gasolina. Esta diversificación apunta a una estrategia industrial más flexible ante la evolución desigual del mercado de eléctricos.
¿Qué pasará con la producción en México?
Actualmente, tanto el Chevrolet Equinox como el Blazer con motor a gasolina se producen en México, y el traslado parcial de su producción a Estados Unidos representa una modificación relevante del mapa de manufactura automotriz en la región. Sin embargo, una fuente de GM indicó que el Equinox seguirá produciéndose en México para abastecer a mercados fuera de Norteamérica.
El gobierno mexicano reaccionó de inmediato al anuncio. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, informó en redes sociales que sostuvo una conversación con directivos de GM, quienes le aseguraron que no se prevén cierres ni despidos en sus plantas mexicanas. “No hay expectativa de cierres ni recortes de personal”, escribió el funcionario.
GM ha reforzado también su capacidad de producción de componentes. El mes pasado, la empresa anunció una inversión de 888 millones de dólares en una planta de propulsión en Nueva York, con el objetivo de aumentar la fabricación de motores a gasolina. Esto refuerza la percepción de que la automotriz busca mantener una oferta balanceada entre eléctricos y vehículos tradicionales.
La decisión ocurre en un contexto en el que varias automotrices están revisando sus cronogramas de electrificación. Las condiciones de mercado, el ritmo de adopción de los consumidores y los cambios regulatorios están empujando a las empresas a adaptar sus estrategias de manera más pragmática. En este entorno, Estados Unidos está utilizando herramientas fiscales, legales y comerciales para atraer inversiones manufactureras.
Para México, el ajuste implica una pérdida parcial de exclusividad en modelos estratégicos que había logrado concentrar
Con información de Reuters