Ese fenómeno se conoce como “desbielado”, y representa uno de los peores escenarios para un motor. En el instante en que el pistón intenta subir con agua en la cámara, los componentes mecánicos ceden. “Por eso se llama desbielar el motor. El pistón sube, sube, y como el agua no se comprime, la biela se dobla. Es un daño estructural”.
Una vez que esto ocurre, encender el vehículo solo agrava la situación. “Lo único que puedes hacer es ya no encenderlo. Si lo haces, se ahoga. Y si fue porque se inundó estando estacionado, lo mejor es llamar a una grúa y llevarlo al taller sin prenderlo”, recomienda el especialista.
El costo de la reparación de un sedán subcompacto, por ejemplo, puede variar entre los 20,000 y 30,000 pesos, dependiendo del modelo y del grado de afectación. “El servicio cuesta entre 3,000 y 4,000 pesos, pero si hay que reempacar el motor, el gasto puede mucho mayor”.
¿Qué pasa con los híbridos y eléctricos?
En el caso de los híbridos, el problema se complica aún más. Estos vehículos combinan un motor a combustión con uno eléctrico, lo que significa más elementos susceptibles a daño. Además del motor de gasolina, hay que inspeccionar la batería y los sistemas de alto voltaje. “Puedes tener corrosión o un cortocircuito. El agua puede conducir electricidad a través de los arneses y provocar fallas en el sistema del alto voltaje”, advierte un técnico.
El riesgo se incrementa por el voltaje que manejan estos sistemas. “En algunas unidades tenemos 240 o 400 volts; en vehículos eléctricos puros, hablamos de 800 volts. Sí puedes tener un problema serio, incluso una descarga eléctrica”, señala. Por eso, si un híbrido queda varado en una inundación, lo recomendable es evacuar el vehículo, no intentar moverlo y esperar a la aseguradora o la grúa.
Una vez en el concesionario, el procedimiento técnico es riguroso. “El técnico deshabilita el alto voltaje, espera a que la unidad entre en ‘stand-by’, y solo entonces inspecciona todos los arneses y el sistema. Si todo está seco y sin daños, se puede recuperar”, explica.
Ahora bien, en los autos completamente eléctricos, la atención se centra en la batería y su sistema de aislamiento. “El paquete de baterías está en la parte baja del chasis. Si el agua alcanza esa zona, puede haber corrosión, cortocircuitos e incluso riesgo de incendio”, explica otro experto. Las unidades eléctricas manejan altos niveles de energía todo el tiempo. “El sistema está activo, siempre está vivo. Por eso, si hay una colisión o un componente se daña, puede provocar un incendio. No sucede siempre, pero sí puede pasar”.
La industria ha trabajado intensamente en el aislamiento de los paquetes de baterías d ellos vehículos eléctricos. “Los paquetes de batería están aislados. Las conexiones vienen muy bien selladas. Mientras eso se mantenga, el riesgo es mínimo”, asegura Hoyo.
Sin embargo, ningún sistema es infalible. “Si cambiaste alguna pieza, si tuviste una colisión previa, o si simplemente una conexión se aflojó por un bache, puede haber riesgo de ingreso de agua”, advierten. En esos casos, el daño puede ser considerable, pero el diseño modular y seccionado de los arneses permite reemplazos específicos sin tener que cambiar todo el sistema.
La recomendación general, sea el vehículo que sea, es no encenderlo si se inundó. “Te bajas, llamas a la aseguradora, y que se lo lleven. Ya en el taller se revisa si fue colisión o solo inundación. Si es lo segundo, es más fácil de reparar”, dice.
Según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en caso de que el auto resulte afectado por una inundación, lo primero es confirmar que el seguro esté vigente y que incluya la cobertura por daños materiales. Es recomendable tomar fotografías del siniestro, contactar de inmediato a la aseguradora y esperar la llegada de un ajustador.
Además, conviene tener a la mano la documentación necesaria y aclarar el deducible aplicable. Aunque la mayoría de las pólizas con cobertura amplia protegen contra este tipo de incidentes, es crucial revisar los términos específicos para conocer posibles exclusiones o límites.
