Durante su gestión, De Meo reestructuró la relación de Renault con su socio japonés Nissan, replanteando una alianza de más de dos décadas que había entrado en crisis tras la caída de Carlos Ghosn. También redirigió la estrategia tecnológica del grupo, apostando con fuerza por los motores híbridos como paso previo hacia una electrificación más gradual y sostenible.
La noticia de su salida llega en un momento complejo para el sector automotriz europeo. Las nuevas tarifas impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la creciente presión de los fabricantes chinos están tensando las finanzas y la competitividad de los grupos tradicionales. De Meo se convierte así en el segundo CEO de alto perfil que deja una automotriz europea en seis meses, tras la renuncia de Carlos Tavares en Stellantis.
En el caso de Renault, la transición se produce con un Estado francés que sigue siendo accionista de referencia, con una participación del 15%. La compañía aún no ha anunciado quién será su sucesor o si optará por una reestructura más profunda en la dirección.
El posible salto de De Meo a Kering supondría un giro radical en su carrera. Según Le Figaro, reemplazaría a François-Henri Pinault, quien ha dirigido el grupo de lujo durante dos décadas y cuya familia mantiene el control del conglomerado. Aunque Kering no ha confirmado la información, fuentes cercanas citadas por Reuters aseguran que Pinault está trabajando activamente en la sucesión, con la intención de dividir los roles de CEO y presidente.
La llegada de De Meo sería también una apuesta arriesgada para Kering. El grupo ha perdido más del 60% de su valor en bolsa en los últimos dos años, afectado por sucesivos cambios de diseñadores y por una caída prolongada en las ventas de Gucci, que hasta hace poco era su principal fuente de ingresos y beneficios. Los inversionistas han mostrado escepticismo ante los recientes planes de reactivación de la marca.
A pesar de no tener experiencia directa en la industria del lujo, De Meo ha demostrado capacidad para liderar transformaciones profundas en empresas complejas. En Renault logró contener el deterioro financiero y alinear la estrategia industrial con las nuevas exigencias del mercado, sin perder de vista la rentabilidad a corto plazo.
Su posible llegada a Kering también reflejaría una tendencia más amplia en el sector corporativo europeo: buscar líderes con experiencia en entornos industriales altamente competitivos para reposicionar marcas de consumo ante una coyuntura incierta. Si se confirma su nombramiento, el italiano se enfrentará al reto de revitalizar una de las casas de moda más emblemáticas del mundo, en medio de un mercado global fragmentado y cada vez más exigente.
Con información de Reuters