Actualmente, tiene estimada una inversión de alrededor de 1,200 millones de pesos en software clínico, sistemas de almacenamiento, redes de seguridad, automatización de imagenología, realidad aumentada para cirugía y entrenamiento de personal, además de algoritmos de inteligencia artificial capaces de asistir a radiólogos en el diagnóstico.
“Esto nos ha permitido hacer medicina más precisa, más personal, más predictiva”, dice Horacio Garza Ghio, su director general. “Se trata de crear inteligencia operativa para cada unidad médica, donde los datos no solo se almacenan, sino que guían decisiones clínicas en tiempo real”.
Este proceso no ha sido uniforme. Cada hospital requiere tiempos distintos, inversiones diferenciadas y ajustes operativos sobre la marcha. Y ha dado frutos. En 2024, siete de los nosocomios del grupo figuraron en el Top 50 del ranking ‘Los mejores hospitales privados de México’, realizado por Funsalud y Blutitude, publicado por Expansión. Asimismo, ocho hospitales se integraron en el Top Regional y varios destacaron por su calidad en el tratamiento de diferentes padecimientos.
Pero lograrlo no ha sido fácil. La resistencia al cambio también se hizo presente rumbo a la digitalización, no solo en la infraestructura, también en los hábitos del personal médico y administrativo. “Tuvimos que formar internamente un equipo de embajadores de la transformación”, señala el directivo. “Ellos han sido fundamentales para romper inercias y transmitir confianza en el sistema”.
Responder al rezago
En palabras de Garza, México acumula más de 20 años de retraso en la evolución de la salud digital comparado con otros países. Ante este panorama, Christus Muguerza quiere establecerse como punta de lanza en impulsar la transformación digital de los sistemas de salud en el territorio nacional.
Este proceso comenzó en 2017 con el diseño del primer hospital digital, cuya operación inició en 2019, aunque la pandemia retrasó temporalmente el proyecto. “Lo retomamos en el 2022 y ahí vamos avanzando”, explica el directivo.
El retraso en la digitalización no es exclusivo del sector privado, pero tiene sus retos particulares. Mientras los hospitales públicos comienzan a homogeneizar sus sistemas para crear expedientes electrónicos, el sector privado enfrenta otro tipo de barreras, como la competencia entre grupos hospitalarios que limita la interoperabilidad.
“Los expedientes electrónicos están disponibles para su misma marca. Si una persona es hospitalizada en un hospital y acude a otro [del mismo grupo], ahí va a tener la oportunidad de que le muestren el expediente electrónico. Pero, si se cambia de marca, no tiene el expediente electrónico”, explica Carlos Alberto Bautista Pérez, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, quien sostiene que esto se da por el miedo de los negocios a perder pacientes.