Varias empresas que prestan servicios a Pemex dejarán de operar en julio si la petrolera estatal no liquida los adeudos que mantiene con ellas. Se trata de compañías —muchas de ellas pequeñas y medianas— que llevan meses sin recibir pagos y cuyos flujos de operación están al límite. La situación no solo compromete sus finanzas: pone en riesgo la continuidad de proyectos clave de exploración y extracción.
“Es muy difícil sostener una actividad sin pago. Si Pemex no honra sus compromisos, las empresas no pueden estar trabajando de gratis”, declaró Rafael Espino De la Peña, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac), en entrevista.
La advertencia no es nueva, pero la situación se ha vuelto crítica. Según Amespac, más de 47 compañías afiliadas, en su mayoría pequeñas y medianas empresas, enfrentan un escenario en el que la falta de pagos por parte de Pemex compromete seriamente su operación. Muchas tienen como único cliente a la petrolera estatal.
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