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Falta de equipos eléctricos retrasa nuevos proyectos energéticos en México

China concentra la producción de equipos eléctricos, como transformadores y turbinas, lo que complica su disponibilidad a nivel global. La sobredemanda mundial ha afectado la proveeduría hacia México.
lun 21 julio 2025 09:47 AM
Por qué México quedó rezagado en la carrera global por energía limpia
Gran parte de los componentes clave proviene de China, país que controla la producción de transformadores de alta tensión y otros equipos esenciales

México estuvo ausente del dinamismo global en energías limpias durante los últimos seis años. Hoy, esa pausa cobra factura: los equipos necesarios para reactivar la construcción de centrales eléctricas —desde transformadores hasta turbinas— escasean a nivel mundial y México ha quedado rezagado en la fila de espera.

La crisis no es exclusiva del país. El mundo entero enfrenta una sobredemanda de componentes, impulsada por la carrera por descarbonizar economías. Sin embargo, mientras otros países aceleraron inversiones, México frenó proyectos y ahora enfrenta cuellos de botella en la importación de equipos que ya no están disponibles con facilidad.

“La falta de equipos está impactando a todos los países que tienen interés en desarrollar centrales, no hay ningún país que no esté siendo afectado”, explica Elie Villeda, especialista del sector eléctrico. Pero aclara que el caso de México es más grave por los años de parálisis en proyectos renovables.

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Gran parte de los componentes clave proviene de China, país que controla la producción de transformadores de alta tensión y otros equipos esenciales. Y como ha incrementado sus propias instalaciones de energía renovable, el suministro global se vuelve aún más limitado.

“Estamos hablando de todo el tema de la cadena de suministro, de minerales críticos, y de la falta de equipos”, advierte Villeda. “Llevamos como un año con una sobredemanda de transformadores de alta tensión porque esos equipos utilizan un elemento que es un mineral crítico y que solo tiene China, que por eso controla el mercado”.

México queda al final de la fila por años de parálisis

China no solo produce más, también prioriza el abastecimiento interno. “Ellos sí ven el tema de energía como un tema de seguridad nacional”, afirma el especialista. Eso significa que el mercado global accede a los equipos solo después de que se atiende la demanda doméstica.

Y cuando se abre la ventanilla para exportaciones, los primeros en recibir equipos son los grandes compradores, con contratos voluminosos y relaciones comerciales sostenidas. México, tras años de inactividad, se encuentra al final de la fila.

“Hoy la empresa constructora que tenga transformadores en stock es la empresa que se cotiza con todos y logra llevarse la mayoría de los proyectos”, asegura Villeda. En algunos casos, la espera para conseguir un transformador de alta tensión puede ser de hasta tres años.

El dominio chino en la cadena de suministro no es nuevo. La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) documenta que desde 2011, China ha invertido más de 50,000 millones de dólares en capacidad de manufactura solar —diez veces más que Europa— y ha generado más de 300 mil empleos en la industria.

La participación china en todas las etapas de manufactura de paneles solares (polisilicio, lingotes, obleas, celdas y módulos) supera el 80%, más del doble de su propia demanda interna. Y alberga a los diez principales proveedores de equipos de manufactura fotovoltaica del mundo.

Esa concentración, si bien ayudó a reducir los costos globales de la energía solar, también crea vulnerabilidades: pocos países dominan el suministro de componentes clave como litio, cobalto, grafito, níquel, manganeso y antimonio, cuya extracción y procesamiento son complejos.

En paralelo, China sigue generando más del 50% de su energía con combustibles fósiles, y su matriz eléctrica aún depende en 58% del carbón. La energía solar representa apenas el 8.3% de su generación, por lo que el gobierno chino sigue invirtiendo en expansión, presionando aún más la demanda de insumos.

Proyectos de la CFE avanzan lento ante crisis de suministro

La escasez no se limita a proyectos renovables. También afecta la tecnología de ciclo combinado, que utiliza gas natural, y en la que México ha apostado como opción de transición. Sin embargo, conseguir turbinas de gas también se ha vuelto un reto.

Con el impulso que dio el gobierno de Donald Trump a la producción de hidrocarburos en Estados Unidos, la demanda de turbinas a gas aumentó y comenzó un nuevo proceso de acaparamiento. Esa competencia por los equipos está repercutiendo en México.

“No hay transformadores, no hay turbinas de gas, y eso se traslada a México, en donde llevamos años de retraso”, afirma Villeda. “Hay plantas de gas de la CFE que dijeron que iban a estar en operación desde hace unos años y se fueron desplazando”.

El problema, sostiene el especialista, también tiene raíz en la estrategia de control. “La CFE es la única empresa que controla el sector eléctrico en México”, dice. Y aunque tiene 51 proyectos en desarrollo para adicionar más de 22,000 megawatts al sistema eléctrico nacional, no puede sola.

“La CFE sí necesita la participación de privados que les ayuden con la proveeduría de equipos”, señala Villeda. Pero añade que los inversionistas no se arriesgarán a firmar contratos de suministro si no tienen certeza sobre los términos ni sobre la estabilidad regulatoria.

Sin esa certidumbre, es difícil que alguna empresa apueste por adquirir transformadores o turbinas que podrían tardar años en llegar, y cuyo precio sube constantemente. La planeación energética del país, con metas hacia 2030, se enfrenta así a una nueva barrera global.

Mientras tanto, sin equipos, no hay centrales nuevas. Y sin nuevas centrales, México corre el riesgo de perder no solo terreno frente a otros países, sino también su oportunidad de cumplir sus propios compromisos de generación limpia.

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