Además del QR —que contiene algunos datos reservados visibles únicamente con un lector especial de las autoridades—, las unidades deberán instalar sistemas de GPS para monitorear las rutas desde el punto de carga hasta los sitios de descarga o comercialización, con el fin de reforzar el control sobre la distribución del energético.
La urgencia por regular el transporte de gas LP surgió tras el incidente en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, donde la explosión de una pipa cobró la vida de más de 30 personas
De un universo de 32,101 unidades reguladas, aproximadamente el 30% —unas 9,630— ya cumple con la instalación del QR y del GPS, explicó Rocío Robles, presidenta de la Asociación Mexicana de Gas LP y Empresas Conexas (Amexgas).
“A raíz del incidente las autoridades emitieron una serie de regulaciones emergentes. En un inicio nos tomaron por sorpresa los plazos porque eran muy cortos y no contábamos con información de proveedores específicos que pudieran imprimir los QRs. Actualmente hay un buen avance, de aproximadamente 30% del parque vehicular ya implementado, y si seguimos este ritmo, a principios del año ya estaremos listos”, puntualizó Robles durante una conferencia de prensa previa al Congreso de GLP 2025.
Ajustes y retos en la implementación
La representante de las empresas gaseras reconoció que la regulación de la CNE otorgó poco tiempo para su ejecución, lo que generó dificultades tanto para las compañías como para el propio regulador.
Uno de los principales problemas detectados fue que algunos códigos QR enviados por la CNE a los permisionarios contenían información incorrecta. Además, se observó que el tamaño establecido para el código era único, sin considerar las diferencias de dimensión entre las unidades. En vehículos pequeños, el balizado cubría buena parte del tanque, incluyendo datos obligatorios como el nombre de la empresa o el número de permiso.
Ante ello, se establecieron mesas de diálogo con las autoridades para ajustar los lineamientos técnicos.
“Otro reto que hicimos de conocimiento a la autoridad es que hay vehículos de distribución pequeños y el código rebasaba toda el área. Al inicio no fueron muy receptivos, pero ya al observar la ausencia de proveedores y los tamaños, se está considerando que la entrada en vigor pueda adaptarse a la realidad”, explicó Robles.
Hacia una regulación más realista
Una vez que la CNE emite los códigos QR, el permisionario dispone de 20 días hábiles para implementarlos en sus unidades. Sin embargo, las irregularidades detectadas han dificultado el cumplimiento dentro del plazo establecido.
Amexgas ha sostenido conversaciones con la autoridad para ampliar los tiempos de implementación y evitar sanciones mientras se corrigen los errores técnicos y logísticos.
Robles destacó que alcanzar un 30% de cumplimiento es un avance significativo, considerando que se trata de una regulación emergente y que el sector enfrentó dificultades de proveeduría y ajuste técnico. Estimó que será a principios de 2026 cuando todas las unidades de transporte de gas LP estén en línea con las nuevas obligaciones.