La búsqueda de nuevos nichos parte de una cultura de renta que permita a los clientes evitar costos de adquisición y mantenimiento. “Esta cultura ha ido creciendo y hoy hay un volumen grande de oportunidad para seguir creciendo en el arrendamiento”, afirmó. La compañía registró un crecimiento de 20% en su flota tras la expansión reciente en el sureste, un mercado donde la demanda turística y la gentrificación están modificando patrones de movilidad.
Aunque el comportamiento del usuario mexicano sigue lejos del de Estados Unidos, donde rentar un auto es parte de la normalidad, National insiste en ampliar la base. El crecimiento más claro ha venido de los viajes de placer y de la reactivación económica en ciudades industriales, aunque comienzan a aparecer usos inesperados. “De repente para temas de mudanzas, para temas de salir a algún lado dentro de la misma ciudad, ha empezado también a crecer”, explicó Badial.
La empresa también está aprovechando un segmento en expansión: el auto sustituto para clientes con siniestros o colisiones, una categoría donde la renta por días o semanas se vuelve un servicio esencial.
El ajuste generacional también juega a favor. Los centennials, con menor apego a la propiedad, han mostrado mayor disposición a rentar autos por ocasión. “Sí hay una tendencia en donde los jóvenes hoy están siendo más propensos a rentar para necesidades muy específicas”, dijo Badial. Plataformas de vivienda temporal, trabajo remoto y estancias cortas han impulsado un comportamiento que normaliza el uso temporal del vehículo.
Este cambio coincide con la digitalización financiera, que amplió el acceso a tarjetas de crédito y habilitó a nuevos usuarios a rentar con facilidad. A mayor acceso, mayor disposición a utilizar servicios antes considerados exclusivos de viajeros frecuentes.
Un mercado en expansión
El sur del país se ha convertido en una pieza clave para la estrategia de crecimiento. La expansión del territorio —ocho ciudades adicionales— permitió un aumento de más de 20% en flota y operación. Destinos como Mérida, Huatulco, Puerto Escondido y Oaxaca capital también han visto un repunte impulsado por proyectos inmobiliarios y energéticos.
La llegada del Tren Maya y la oleada de proyectos de infraestructura y energía en la región han generado una mezcla de turistas, expatriados y empresas que requieren movilidad flexible.
En el mapa corporativo, las ciudades de mayor dinamismo siguen siendo Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Tijuana y el Bajío. “Querétaro y León siguen teniendo mucho movimiento porque está habiendo mucha actividad económica”, comentó. La demanda ligada al nearshoring sostiene la rotación de vehículos para ejecutivos, ingenieros y contratistas.
La compañía mantiene un equilibrio entre el mercado corporativo y el turístico. “Obviamente es más grande la sección turística, pero National está muy enfocada a la parte de viajeros corporativos”, dijo Badial. Esa dualidad le permite compensar temporadas bajas y sostener ingresos estables.
Una flotilla diversificada
Sobre la flota, Badial no reveló el número total de unidades por confidencialidad, pero aseguró que cubren desde autos compactos hasta vehículos de 15 pasajeros, SUV, pick-ups y unidades 4x4. También han comenzado a incorporar camionetas de carga para atender al sector logístico y a empresas con necesidades específicas.
La electrificación aún no despega dentro del portafolio. Aunque el grupo opera híbridos en Ciudad de México para responder a contingencias ambientales, los eléctricos todavía no encajan en el ritmo del viajero corporativo. “El mismo cliente nos ha dicho: yo prefiero seguir con híbrido o gasolina, pero que me permita moverme más rápido”, afirmó Badial. La falta de infraestructura y el tiempo de carga siguen generando fricción.
Desde la perspectiva de eficiencia, National intenta reducir esa fricción en toda la experiencia de uso. La compañía trabaja en un esquema “frictionless” que elimina trámites presenciales y papelería innecesaria. “Estamos pasando de contratos manuales a un proceso mucho más sencillo”, explicó. El pre check-in digital y métodos de pago automatizados buscan disminuir pasos y evitar que el cliente dedique tiempo a procesos administrativos.
La empresa también está renovando su sitio web para mejorar el acceso a reservas y documentación previa, una medida que reduce la carga operativa de agencias y corporativos. El objetivo es que tanto el usuario ocasional como el viajero frecuente pasen menos tiempo en mostrador.
En paralelo, el programa de lealtad Emerald Club sigue siendo una pieza clave. “Es el primero que existió”, dijo Badial, y permite ascensos de categoría, líneas preferenciales y, en Estados Unidos, el esquema ‘skip the counter’, que elimina el paso por mostrador y agiliza la salida del aeropuerto.
La evolución del negocio
El grupo —que celebra 50 años en México— recuerda que comenzó en Mazatlán con apenas tres autos. Hoy supera las 80 locaciones en el país, con cobertura en aeropuertos, ciudades de negocios y destinos turísticos. La llegada de empresas como Enterprise Rent-A-Car y el crecimiento de nuevas divisiones —incluida la de transporte pesado, que empezará a operar el próximo año— apuntan a un negocio más amplio que la renta tradicional.
El cierre de 2025 llegará con un crecimiento moderado. “Estamos estimando un crecimiento de entre 5 y 7%”, dijo Badial. Aunque la industria enfrenta una baja en pasajeros internacionales, la marca espera superar el promedio sectorial con la expansión del sureste y la diversificación de usos urbanos.
En un mercado que todavía valora la propiedad del auto como símbolo de estabilidad, National busca demostrar que la movilidad bajo demanda puede ser parte de la vida diaria. Si su apuesta urbana funciona, la renta de autos dejará de ser un servicio propio de vacaciones para convertirse en una herramienta cotidiana de trabajo, mudanza o entrega.