Con la adquisición, Hiberus será acreedor de servicios y contratos que sostiene Telefónica en materia de Ciberseguridad, Cloud Híbrida, IoT y Conectividad, IA y Big Data, y Future Workplace, los cuales toman mayor relevancia con el crecimiento de la digitalización a nivel empresarial.
La compra también permitirá a Hiberus consolidar su presencia en Latinoamérica, ampliar su expansión en mercados clave y potenciar sus capacidades en áreas estratégicas. Solo este año, la compañía adquirió Devomex, filial mexicana de la multinacional de Devoteam, consultora y proveedora de tecnologías de la información a nivel internacional.
“En el marco del acuerdo, ambas compañías mantendrán una alianza estratégica que permitirá a Telefónica Tech seguir atendiendo a clientes multinacionales en la región, al tiempo que refuerza su foco estratégico y operativo”, precisó el operador de telecomunicaciones en un comunicado de prensa.
Telefónica aseguró que la operación garantizará la continuidad de las relaciones laborales y contractuales, de conformidad con la normativa vigente, y sin impacto en los servicios que Telefónica Tech presta a sus clientes multinacionales. Además, la adquisición no implicará cambios para los usuarios finales ya que la adquisición implica la vertical tecnológica.
La venta de Telefónica de México forma parte del plan de la empresa matriz con la finalidad de reducir su presencia en América Latina, en un contexto en el que el sector de las telecomunicaciones enfrenta crecientes desafíos para alcanzar la rentabilidad.
Solo este año, la compañía española intensificó su proceso de desinversión en cinco países sudamericanos para centrarse en sus cuatro negocios principales: Brasil, Reino Unido, Alemania y España, según declaró, Marc Murtra, el nuevo presidente ejecutivo de Telefónica. Y ahora es el turno de México.
Desde abril, Telefónica y Beyond ONE, propietaria de Virgin Mobile México, sostuvieron conversaciones sobre la venta del negocio mexicano, cuyo valor asciende a 609 millones de dólares. Pero hasta ahora no han alcanzado un acuerdo.
En un nuevo giro, Telefónica ha cambiado su estrategia para la operación mexicana: pasar de buscar una venta total a evaluar una desinversión por partes, en un intento por salir de un mercado marcado por múltiples complejidades, como la competencia con un jugador dominante —América Móvil— y un entorno regulatorio cambiante —la entrada de la CRT— que incrementa la incertidumbre.
Con información de Ana Luisa Gutiérrez