Los rockeros de <em>death metal </em> provocan disgusto en Bahrein

He aquí un empleado de mantenimiento en una aerolínea durante el día y, para sorpresa de sus compañeros, un rockero de death metal por las noches.
 
Omar Zainal, guitarrista de la banda death metal Smouldering in Forgotten (Ardiendo en el olvido), reside en un pequeño reinado localizado en una isla de la costa este de Arabia Saudita llamado Bahrein.

Este metalero dice a CNN que prefiere mantenerse discreto en su faceta musical. "Trato de no mencionarlo. Hay personas que simplemente no entienden lo que hago", expresa Zainal, quien también responde al apodo de Voidhanger.
 
Los metaleros están acostumbrados a vivir al margen social, pero en Bahrein, rockear un par de acordes de alto decibel hace más que disgustar a la gente.
 
"Las personas no aceptan el hecho de que el metal es música y que es divertido. Es un constante conflicto con la religión", dice el guitarrista de 22 años. 
 
En Bahrein, las bandas de metal y sus seguidores son catalogados como adoradores de Satanás. Los conciertos y tocadas son cancelados o cerrados, y el movimiento se maneja clandestinamente para evitar la atención pública.

Muchos grupos dependen de las redes sociales como MySpace y Facebook para mantenerse en contacto con sus fans.
 
"Muchos académicos y pensadores islamistas tienen la visión de que el rock y el heavy metal están relacionados con Satanás y el demonio", comenta Ammar Alaradi, fundador de Bahrein Talent, un sitio que promueve artistas independientes.

"Ellos no entienden el rock y el movimiento del metal, que es sobre todo una expresión de la libertad", dijo.

Una batalla de bandas en Bahrein fue cancelada el pasado abril cuando la policía arrestó al guitarrista de una de las bandas por usar una camiseta considerada ofensiva. La camiseta mostraba a un personaje de características diabólicas que decía "Dios está ocupado... ¿Te puedo ayudar?", de acuerdo a noticias locales.
 
No es fácil ser rockero o un fan, para el mismo caso
 
Las consecuencias de asistir o no a un concierto de rock, es un tema típico de discusión entre la juventud de Medio Oriente, de acuerdo a Esra'a Al Shafei, fundadora de un foro de discusión online sobre el tema.
 
No sólo son personas jóvenes, también profesionistas que no quieren arriesgar sus trabajos y tiene miedo. Las mujeres, en particular, expresan preocupación sobre perjudicar su reputación, expresó.
 
"Muchas veces," dice ella, "encuentras grupos de personas planeando asistir en secreto".

En el más puro estilo metalero, si el sonido es más fuerte, es mejor. Esa es la característica principal que por lo regular se encuentra en los shows que logran tener todo un concierto sin ser cancelados.

Generalmente en los bares o centros nocturnos ahora se pueden encontrar grupos rockeando o haciendo mosh pits o slams (grupos que se empujan y golpean mientras rockean) y bailando, dice Alaradi. Pero una tocada en este país es muy probable que no sea tan fuerte como se espera o como se puede encontrar en cualquier otro lugar.
 
"Estamos atados a varias creencias culturales" y los conciertos siempre llaman la atención, expresa Al Shafei.
 
La escena metalera en Bahrein puede ser pequeña pero es muy apasionada.

En septiembre, un día de festival metalero con 10 bandas fue presentado con éxito y sin interferencias.
 
Compuesta originalmente por bandas que sólo tocaban covers, la escena metalera ha desarrollado lentamente su propio sonido, ayudada por grupos como Smouldering in Forgotten que compone su propia música.
 
Los tres miembros de la banda lanzaron de manera independiente su segundo disco, "I, Devourer", que se encuentra disponible en iTunes desde principios de marzo.
 
Zainal, que se encontraba en el concierto que fue cancelado la pasada primavera, se mofa de la idea de ser arrestado por ser metalero, y asegura que esos acontecimientos no lo apartarán de componer y tocar su música.
 
"Seguimos nuestros corazones y no nos importa lo que las personas opinen" comenta.
 
Un crisol de diferencias culturales es lo que ocurre en Bahrein, que muestra vehementemente una variada escena cultural. Aunque muchas veces por ser un país pequeño, pasa desapercibido, dice Al Shafei. "Nadie mira a Bahrein como un lugar donde el talento musical emerge", dice.
 
De hecho, ya existe algo de atención sobre la escena 'underground' musical de Medio Oriente, una de las razones por las cuales Al Shafei decide lanzar el sitio web Mideast Tunes.
 
El sitio, que se lanzará a finales de marzo, es una plataforma para los músicos de la escena alternativa en la región, desde grupos de hip hop y trance, hasta metal y alt-rock.
 
Estos grupos se expresan a sí mismos de alguna manera –a veces de manera personal, a veces de manera religiosa—que no ha sido explorada de manera correcta, cuenta Al Shafei. 
 
Smouldering in Forgotten será incluido en este sitio, igual que Thee Project,  una banda de Bahrein que mezcla canciones de origen árabe o persa con heavy metal y rock.
 
"¿Por qué no es tan grande el estilo metalero aquí en Bahrein?" pregunta Zainal. "Porque no obtenemos nada, como se hace en otros lugres".
 
A direferencia de Europa y Estados Unidos, hay pocos tours y conciertos. Muchos metaleros se dan por vencidos y regresan a su vida habitual, relata Zainal. 
 
Smouldering in Forgotten enfrenta las comunes dificultades de una banda que comienza a sobresalir. Tratar de malabarear trabajos de tiempo completo y encontrar tempo para ensayar y grabar son un reto constante.
 
Pero planean mantener la fe.
 
"Aún sobrevivimos y planeamos mantenernos juntos. Tenemos la esperanza de, tal vez, ir y hacer un show en Europa o Estados Unidos algún día".