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“RapeLay” es un videojuego en el que se permite violar por venganza

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mié 31 marzo 2010 02:12 PM
Sin Pie de Foto
rapelay Sin Pie de Foto

El juego inicia con una adolescente sobre una plataforma del metro. Ella nota que la estás mirando y pregunta. ¿Puedo ayudarle en algo?

Entonces tú, el jugador, puedes elegir el método de agresión.

Con un “click” del ratón, puedes tocarla y levantar su falda. Puedes seguirla en el tren, agrediendo a su hermana y a su madre.

Mientras sigues jugando, otros “amigos" participan y en una serie de escenas gráficas e interactivas, se puede arrinconar a las mujeres y violarlas una y otra vez.

El juego permite que se pueda embarazar a la chica e inducirla a tener un aborto. La razón de la violación, explica el juego, es que la adolescente te acusó de haberla molestado en el tren. Entonces, el motivo es la venganza.

¿Qué límites puede tener un video juego?

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No hay duda alguna que el juego conocido como RapeLay provocó una reacción negativa entre grupos internacionales de mujeres. Taina Bien-Aime impulsó que el juego fuera bajado de las repisas de videojuegos alrededor del mundo.

"Éste era un juego que no tenía absolutamente ningún lugar en los mercados consumidores", comentó Taina Bien-Aime de la asociación por la igualdad de los derechos de la mujer, Equality Now, quien ha realizado una campaña para que se den de baja todos los juegos existentes.

Pero la controversia que condujo a la nula venta del juego, cambió a la modalidad “viral”, porque así fue como Lucy Kibble y Jim Gardner, en la Gran Bretaña, escucharon sobre el caso.

"Pienso que la idea de que no se distribuya a través de mayoristas no resultará, porque podemos bajar el juego de forma gratuita a través de internet," comentó Gardner.

En el caso de RapeLay, Gardener tuvo razón. El videojuego se encuentra accesible en docenas de sitios de internet, de forma gratuita.

Lo que sucedió con RapeLay es un ejemplo, dijo Bien-Aime, del por qué Japón requiere de censura a los fabricantes de juegos.

“Obviamente es muy difícil detener la actividad en internet. Pero los gobiernos tienen un papel en la regulación de este tipo de pornografía infantil extrema, tanto en sus países como en internet", comentó Bien-Aime, añadiendo que solicitaban al gobierno japonés "prohibir todos los juegos que promueven y simulen la violencia, la tortura y el acoso sexual, así como la violación a mujeres y jóvenes. Y hay muchos juegos de este tipo".

Estos juegos se conocen como juegos “hentai." Casi todos presentan personajes de apariencia juvenil. Algunos de los juegos son violentos, con representaciones detalladas de violación, tortura y esclavitud.

En cualquier tienda de juegos en Akihabara, en el sector de electrónicos de Japón, se pueden adquirir los juegos “hentai”. En pocos minutos, pudimos encontrar juegos similares a RapeLay. El común denominador en ellos es que el objetivo de los juegos, también es la venganza: encontrar y violar a una mujer que despidió al jugador en un trabajo imaginario. A lo largo del juego, el jugador puede violar a varias jóvenes y mujeres.

Los juegos “hentai” no son una novedad en Japón. La industria de este país ha creado productos que el resto del mundo catalogaría como pornográficos. Pero antes de la llegada del internet, permanecían sólo en Japón. Ahora cuando un juego sale a la venta en Tokyo, se digitaliza y se comparte con el resto del mundo.

Japón tiene censura por contenido sexual-genital. En los juegos, los genitales son oscurecidos, incluso si es un juego con animación. Pero las leyes de Japón no restringen los temas y las ideas de los juegos.

Está en discusión una ley que califique como ilegales y pornográficas las imágenes reales o virtuales de pornografía infantil, pero no se ha avanzado mucho en el parlamento del Japón.

CNN contactó la División de Promoción de Igualdad Sexual en la Oficina de Igualdad Sexual de la Oficina de Gobierno del Japón, que es la encargada del tema de los juegos “hentai”.

A pesar del gran número de llamadas durante varias semanas, ningún representante de la oficina de gobierno hizo algún comentario a las cámaras de CNN. La oficina rechazó hacer una declaración por escrito. Un portavoz comentó telefónicamente, que el gobierno japonés está consciente que los juegos son un problema y que se está checando para que la auto-censura, de los mismos fabricantes de los juegos, sea suficiente.

Un miembro del Instituto de Cultura de Contenido, que no accedió a dar su nombre a CNN, comentó que la restricción de los temas de los juegos, limitan la libertad de expresión.

"En mi opinión, la trama de RapeLay va demasiado lejos. Sin embargo, si el creador de un juego quiere expresar algo y desarrollar su contenido, el gobierno o cualquier entidad pública no debería tener el poder para frenarlo".

Lucy Kibble y Jim Gardner, en la Gran Bretaña, dijeron que tratar de controlar los juegos en el internet es inútil, y que el control debe ser ejercido por los padres.

"Es ridícula la idea de su prohibición, o el comentar a la gente lo que puede o no puede hacer, sólo porque algún niño pueda estar involucrado”, finalizó Gardner.

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