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Drogas y asesinatos son 'combustible' del <i>narcocine</i> mexicano

Un equipo periodístico de VBS.TV, cadena estadounidense, se adentró al mundo del <i>narcocine</i> mexicano para entender su procedencia
mié 01 septiembre 2010 12:33 PM
Sin Pie de Foto
narcocine Sin Pie de Foto

No es sorprendente que la droga se filtre a todos y cada uno de los niveles de la sociedad mexicana, desde la religión (porque hay un ‘santo patrono’ del narcotráfico, Jesús Malverde), hasta la música y el cine, este último, uno de los medios idóneos para dar vuelo y exagerar las 'aventuras' fuera de la ley de los traficantes de droga.

Una compañía independiente de medios de comunicación vía internet en Estados Unidos llamada VICE, realizó un reportaje sobre "narcocine" mexicano, donde uno de los directivos de la estación VBS.TV, logró convertirse en actor.

Para lograr una aproximación a las respuestas que satisfagan interrogantes como ¿quién hace 'narcocine'? ¿tiene mercado? ¿por qué? ¿quién ve esas películas? ¿de qué tratan? ¿qué elementos significativos tiene?, el Vicepresidente de la Guía de Películas, cofundador de VBS Shane Smith, viajó a Texas, Tijuana y la Ciudad de México para sumergirse en el  "sórdido, acelerado, intensamente prolífico y divertido mundo de una película inspirada" por la ultraviolencia de los cárteles de la droga en México, un género conocido como narcocine.

De acuerdo con la investigación de los periodistas de VBS.TV, el 'narcocine' se inserta en escenarios mexicanos ya que este el país del que proviene la mayor parte de la metanfetamina, mariguana, cocaína y derivados consumidos en Estados Unidos. 

Hoy en día hay un flujo constante de lanzamientos de películas clase B con narcotraficantes, policías buenos, policías malos, mujeres, cocaína y una gran cantidad de enormes camiones. De eso tratan las 'narcopelículas', de violencia, corrupción y droga. 

El narcocine nació en la década de 1980, siguiendo el ejemplo de la tradición de películas clase B del cine mexicano de los años 60 y 70. El movimiento pronto se convirtió en temáticas de acción, armas, camiones, autos, explosiones, mujeres y drogas.

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Shane decidió que tenía que estar en una de esas películas y Enrique Morillo, uno de los más grandes directores de la industria, le ayudó.

Morillo estaba filmando dos secuelas de su exitosa película “Chrysler 300” (aunque el vehículo con ese nombre es un auto sedán y no un camión,  éste es perseguido por una gran cantidad de camiones).

Morillo invitó a Shane a la filmación e interpretar un papel. Shane aceptó, tomó una chamarra de piel, un sombrero vaquero y contrató una banda para cantar nacrocorridos acerca de sí mismo como apoyo moral.

Los ‘Narcocorridos’ son el equivalente musical al narcocine, y frecuentemente son la base de los argumentos de muchas películas populares.

La popularidad de las 'narcopelículas' tiene como uno de sus fundamentos el hecho de que son filmadas con bajo presupuesto y frecuentemente directamente para video o DVD, lo que significa que son muy accesibles a la renta o compra.

Son muy vistas en las ciudades estadounidenses con alta población migrante de procedencia mexicana y también en ciudades de la zona fronteriza entre México y Estados Unidos.

Para ver el reportaje completo sobre narcocine, realizado por VBS.TV, da clik aquí.

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