Las secadoras de cabello calientan el aire y los estantes de ropa se llenan mientras que los organizadores dan el detalle final para el desfile de modas.
El alboroto entre los bastidores parece de comedia. Las mujeres turcas, envueltas con mucho cuidado en capas y abrigos de colores brillantes y mascadas faciales musulmanas, terminan de arreglarse, modelos de países latines y eslavos se cambian unos y otros vestidos.
Este no es su típico desfiles de modas. La demostración destaca la ropa de la mujer islámica – aunque muy pocas de las modelos que aquí trabajan son musulmanas.
“Escúche, vengo de Venezuela (en donde) caminamos siempre en shorts, playeras, flip-flops. Sin miedo de enseñar nada. Pero aquí es completamente diferente”, dice Cristina Buderacky, modelo de 1.80 m. de altura, que portó un traje de lycra de color durazno, que bien parecía una pijama con manga larga y con el pantalón flojo.
Después hizo una súplica para que una mujer turca le ayudara a ponerse un sombrero de dos piezas sobre su cabeza, que le cubría el cabello, dejando solo su cara y cuello descubiertos.
Cerca, una modelo rusa vestía una versión del mismo modelo en azul cielo, y le comentó a una amiga, “Me veo como payaso”.
Momentos después, se escuchó música para bailar, las mujeres caminaron por la pasarela enfundadas en sus trajes de colores pastel. Los trajes forman parte de la colección de trajes de baño.
Conocidas como “Hasema” por la empresa turca que los fabrica, el traje de cuerpo complete están diseñados para dejar que las mujeres conservadoras puedan nadar y hacer ejercicio en la playa y alberca sin enseñar demasiado.
Turan Kisa, un exportador de “Hasema”, dijo que los trajes son exportados a 35 países.
"Las mujeres musulmanas escogen estos modelos", dijo mientras tomaba un traje de baño que cubre todo el cuerpo, bordado en colores lilas. "Especialmente durante los últimos cinco años, las mujeres musulmanas siguen la moda".
De acuerdo a los fabricantes de este desfile de modas, la industria del diseño para las mujeres islámicas ha crecido y se ha desarrollado. Parece que existen las opciones adecuadas de métodos de venta y mercadotecnia en el mundo de la moda.
“Hace diez años, la mayoría de los colores eran negro y gris”, dijo Halim Ozahi, de la empresa turca Buketex. "Ahora se pueden ver el rosa, amarillo y azul".
Ozahi dijo que durante este mismo periodo de tiempo, su empresa ha crecido en la manufactura de 10 diferentes diseños a más de 150.
Los diseños que se mostraron en este evento, son completamente diferentes a las capas negras y a los “burqas” asociadas en occidente con el mundo islámico.
“La generación más joven de musulmanes quiere algo con más estilo”, dijo Hamza Ali, una visitante americana que trabaja para una empresa ubicada en Carolina del Sur, Muslimclothing.com
“No hay nada equivocado con ser bella, no hay nada malo en tener clase, nada malo con estar a la moda, nada malo con vestir lo último del mercado. Siempre y cuando sea modesto”, añadió Ali.
Esta industria relativamente nueva está creciendo, pero parece estar dominada por los hombres. Casi todos los representantes en los locales del evento son hombres.
Nur Yamankaradeniz es la excepción. Diseña trajes costosos con cristales Swarovski para las mujeres musulmanes conservadoras así como para sus colegas laicos.
“Una persona cubierta no tiene por qué tener miedo, debe verse bien”, dice Yamankaradeniz. “Tratamos de ser perseverantes para que las mujeres lo acepten”.
Yamankaradeniz vestía un traje en negro, con blusa azul lavanda, una mascada en color café y un reloj de oro adornado con diamantes.
Una de las pocas modelos musulmanas contratadas para la pasarela es Alfina Nasyrova, una mujer que portaba una camiseta mientras la maquillaban en los vestidores.
“En esta ropa, se siente uno tan limpia, tan pura”, dijo, después de cambiarse a un “Hasema” traje de baño completo en rayas azul y blanco.
Cuando se le preguntó si usaría el “Hasema” en la playa este verano, contesto sonriente, “Normalmente, yo uso bikini”.