La argentina Claudia Piñeira recibe el Premio Sor Juana Inés de la Cruz
La noche del reconocimiento llegó para la autora argentina Claudia Piñeiro que por la novela Las grietas de Jara, la F eria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara le otorgó el Premio Sor Juana Inés de la Cruz .
Este galardón es dedicado de manera exclusiva a las mujeres escritoras, y “demuestra la fuerza creativa y narrativa de las autoras de Iberoamérica”, según explico la directora de la Feria, Nubia Macías.
El Premio Sor Juana Inés de la Cruz es la contribución de la FIL a “la utopía de la igualdad” ya que en el acto, se reconoció que las autoras de libros, aún en el siglo XXI, “seguimos en la retaguardia de la literatura, a pesar del talento que muchas de ellas tienen”, dijo Macías.
“Esta es nuestra búsqueda y mientras llegamos a esa meta, es un homenaje no solo a Claudia, sino a todas las mujeres del mundo que dedican sus mentes y almas a contar historias, nuestras historias. Las historias de nuestras hijas, madres, amigas, de los hombres y el mundo que los rodea”, agregó.
Claudia Piñero, también dramaturga y guionista de televisión, bromeó con la audiencia diciendo que con este reconocimiento “me siento como Margo Glantz”, y es que Glantz, cuando fue galardonada al inicio de esta FIL, dijo que con tanto honor y reflector se sentía como Julia Roberts .
“Ella dijo que se sentía la Julia Roberts y yo me siento Margo Glantz, por ello ya fue Sor Juana y eso me da mucho placer sentirme ella”, dijo.
Piñeiro dijo en su discurso estar sorprendida y complacida por el premio “más importante para una escritora en lengua española.”
La argentina se suma a una lista de autoras que ya han recibido este reconocimiento y que incluye a Margo Glantz, Cristina Rivera Garza, Gioconda Belli, Laura Restrepo y Elena Garro, entre otras.
El Premio Sor Juana Inés de la Cruz es un reconocimiento, que si bien está instituido desde 1993, es desde 2004 que está dotado de una bolsa de 10 mil dólares en efectivo, patrocinio de la Fundación José Cuervo.
Martha Cerda, integrante del jurado, habló de la novela. La definió como una obra urbana en la que la ciudad adquiere la categoría de personaje, con sus edificios emblemáticos y calles fijas típicas, y otras por donde deambulan seres anodinos, “pero que van creciendo conforme avanza la obra hasta convertirse en personajes sólidos, dotados de fuerza y carácter.
“Escrita con una gran perspicacia e inteligencia, la obra se posesiona de nuestra atención y nos va llevando sin sentir a un mundo de intriga y corrupción. Desde el primer capítulo aparece un muerto: Nelson Jara y comienza el suspenso”, dijo.
Piñeira reconoció esas palabras y contó al auditorio el proceso de concepción de Las grietas de Jara.
"Íbamos a una reunión con medios para dar a conocer al ganador. (del Premio Alfaguara de novela 2007) Juan González, editor de esa editorial, me comentó que le gustaban las novelas urbanas y luego me contó el desarrollo urbano que tuvo Barcelona y pensé en hacer una novela sobre Buenos Aires y sus edificios. Ya no pensé en el premio. Pablo Simón, el protagonista se apareció y empezó a tomar forma", contó Piñeira.
Cerda, en su reseña de la obra, invitó a todos a leerla diciendo que esta obra es una ficción sobre el matrimonio y la crisis de la mediana edad; es una denuncia social, y destacó que Las grietas de Jara dejan al lector “con la boca abierta”.